La jueza superior Wanda Cruz Ayala, del Tribunal de San Juan, encontró culpable a Mayra Nevárez Torres de todos los cargos por el incidente en el que falleció Justin Santos Delanda, hermano del reguetonero Arcángel, y en el que Keven Monserrate Gandía sufrió heridas de gravedad.
Con su veredicto, Cruz Ayala acogió los planteamientos esbozados por la Fiscalía de San Juan de que Nevárez Torres condujo el 21 de noviembre de 2021 su guagua Hyundai Tucson, en contra del tránsito y en estado de embriaguez, por el puente Teodoro Moscoso e impactó el vehículo todo terreno Can-Am conducido por Santos Delanda y en el que Monserrate Gandía viajaba como pasajero.
La lectura de sentencia fue pautada para el 7 de noviembre de este año.
“Justin no tiene voz, pero nosotros (el Ministerio Público) somos su voz”, aseguró en su argumentación final el fiscal Edmanuel Santiago Quiles.
Nevárez Torres fue declara culpable por violaciones a los artículos 5.07 y 7.06 de la Ley 22 de Vehículos y Tránsito (ocasionar la muerte de Santos Delanda y causar grave daño corporal a Monserrate Gandía), al conducir de manera negligente y en estado de embriaguez. También fue encontrada culpable por manejar en estado de embriaguez (Artículo 7.02).
Nevárez Torres renunció a su derecho de ser juzgada por un jurado, razón por la que el proceso se llevó a cabo mediante tribunal de derecho, en el que un juez o jueza emite el veredicto.
El juicio continuó en la tarde de este jueves con el testimonio de Monserrate Gandía y de Priscilla Carrasco Santos, así como el de un tercer testigo pericial. El proceso, que comenzó en la mañana de este jueves en el Centro Judicial de San Juan se vio interrumpido por una falla en el servicio eléctrico, por lo que los trabajos se retomaron a la 1:00 de la tarde en el Centro Judicial de Caguas.
“Me ha tomado mucho tiempo retomar mi vida, y todavía siguen complicadas las cosas”, aseguró Monserrate Gandía, sin poder contener sus lágrimas, mientras respondía las preguntas de los fiscales.
El testigo identificó el vehículo donde ambos transitaban tras reproducirse en sala un video en el que se apreció la guagua Hyundai Tucson manejada por Nevárez Torres. El vídeo mostró que la guagua viajaba sobre el puente Teodoro Moscoso en contra del tránsito instantes antes del impacto.
Aunque Monserrate Gandía admitió, ante preguntas de la Fiscalía de San Juan, que fumaba marijuana mientras se encontraba en el asiento del pasajero, negó que Santos Delanda hubiese fumado y que estaba al teléfono resolviendo asuntos artísticos de Arcángel.
El interrogatorio de los fiscales se centró en las heridas recibidas por Monserrate Gandía y su estado emocional luego del incidente.
Posteriormente, los fiscales llamaron al banquillo a Carrasco Santos, hermana de Santos Delanda, quien también revivió la noche en que fue notificada sobre el accidente.
“Cuando voy entrando al puente (Teodoro Moscoso) veo que viene una ambulancia en dirección contraria y ahí di vuelta al carro y me le fui detrás tocándole bocina gritando ‘¡Justin, estoy aquí contigo!’, porque yo estaba segura que Justin iba en esa ambulancia”, recordó la testigo entre lágrimas.
“Ahí me llama mi esposo y me pregunta dónde yo estaba y le expliqué, pero él me dijo que virara, que Justin todavía estaba en el puente”, añadió.
Carrasco Santos añadió que temía que su madre se enterara de la noticia a través de los medios de comunicación.
“Comencé a escuchar la noticia en los medios y me preocupé porque mi mamá estaba en la República Dominicana y no quería que se enterara por las noticias. Vi que ‘Rocky the Kid’ (Roque José Gallart Ortiz) subió un post en sus redes y lo llamé y le pedí que lo removiera en lo que le decíamos a mi mamá”, resaltó durante su testimonio.
El tercer y último testigo, el patólogo forense Francisco Cortés Rodríguez, quien labora en el Instituto de Ciencias Forenses (ICF), confirmó que la causa de muerte de Santos Delanda fue un “severo trauma craneocerebral” y confirmó la manera de muerte como una accidental.
Sin embargo, los abogados de la defensa no interpelaron a los tres testigos, aunque intentaron, sin éxito, sembrar duda ante las declaraciones de los testimonios presentados por la Fiscalía, en especial si Nevárez Torres conducía o no el vehículo Tucson color gris identificado como el auto que provocó el accidente.
Del mismo modo, los abogados de defensa intentaron establecer que, presuntamente, Nevárez Torres fue intimidada para que aceptara que se le tomara una muestra de sangre para determinar el nivel de alcohol en su cuerpo. Dicho análisis reveló que Nevárez Torres tenía .29% de alcohol en la sangre.
Cortés Rodríguez confirmó que el informe toxicológico realizado a Santos Delanda arrojó cero por ciento de alcohol, y que tampoco se detectaron drogas como marihuana, cocaína u opioides.
Al salir de sala, se le cuestionó a los fiscales el por qué la ahora convicta no fue esposada tras Cruz Ayala emitir su veredicto. Sin embargo, estos declinaron comentar al respecto.
“Ese asunto lo vamos a discutir durante la vista de sentencia. Nos vamos a reservar comentarios al respecto. Fue una decisión de la jueza y nosotros hablaremos sobre eso el dia de la sentencia”, sostuvo Santiago Quiles, quien añadió que Nevárez Torres podría recibir una condena máxima de 15 años en prisión.
Por su parte, el Programa de Servicios con Antelación al Juicio (PSAJ) explicó a El Nuevo Día que la decisión de ordenar o no el ingresó de Nevárez Torres a prisión tras el veredicto queda a discreción del juez o jueza a cargo del proceso. En el caso de Nevárez Torres, Cruz Ayala permitió que permanezca bajo las mismas condiciones de supervisión electrónica mediante grillete hasta la vista de lectura de sentencia. El PSAJ confirmó que Nevárez Torres fue referida al Programa de Comunidad Metropolitana, cuyo personal se encargará de preparar el informe presentencia que Cruz Ayala utilizará para determinar el tiempo que Nevárez Torres cumplirá en prisión.
Santiago Quiles, entretento, reiteró la importancia del fallo de Cruz Ayala.
“Yo creo que esta sentencia envía un mensaje alto, claro y resonante de que este tipo de conducta tiene unas consecuencias legales. El dolor que se le causa a una familia, no hay sentencia o cárcel que la alivie. Para la madre de Justin hay dolor constante, todos los días, y lo que podemos hacer es darle un poco de voz a Justin ya que él no tiene voz. (Justin) estuvo aquí de la mano de nosotros y de la mano de su madre”, añadió.