Mujer y Salud, Coordinadora de Mujeres del Cibao, el Núcleo de Apoyo a la Mujer, y el Movimiento Feminista Hermanas Mirabal respecto de la liberación del Padre Jhonny, acusado de abuso sexual
La Colectiva Mujer y Salud, la Coordinadora de Mujeres del Cibao, el Núcleo de Apoyo a la Mujer y el Movimiento Feminista Hermanas Mirabal, externan su gran preocupación por la impunidad de la cual gozan los religiosos acusados de abuso sexual en el país.
En el día de hoy, la magistrada Yanet Martínez del Juzgado de Instrucción de Constanza, impuso contra Juan Manuel Mota de Jesús, mejor conocido como Padre Jhonny, una garantía económica de apenas RD$70,000.00 y la presentación periódica del acusado ante las autoridades, así como la prohibición de acercarse a las casas de las víctimas
Es totalmente indignante que la justicia dominicana interponga estas medidas, que dejan en libertad al presunto abusador sexual, cuando lo procedente en un caso de dicha naturaleza es interponer prisión preventiva, tal y como lo había solicitado el abogado de las querellantes. La prisión preventiva hubiera asegurado que el acusado quedara en manos de la justicia, evitando así que se dé a la fuga o que cometa hechos similares.
Es lamentable que la libertad del sacerdote Mota de Jesús ocurriera a pocos días de que el Comité de los Derechos del Nino de Naciones Unidas solicitara al Vaticano la destitución y entrega a la justicia de todos los religiosos acusados o sospechosos de abuso sexual de menores.
Mota de Jesús fue denunciado por abuso sexual en agosto del 2013 por un grupo de organizaciones y ciudadanos encabezados por la Coordinadora de Mujeres del Cibao. En septiembre del mismo año, 4 de las 15 mujeres que acusan al sacerdote por violación sexual se querellaron formalmente ante la fiscalía de Constanza.
Exigimos la inmediata intervención de las autoridades judiciales dominicanas para anular este proceso y solicitar la prisión preventiva para el acusado, a fin de garantizar que no escape de la justicia, al tiempo de ofrecer tranquilidad a las víctimas y sus familias, quienes desde hoy temen las represalias que el cura pueda tomar en su contra. De igual forma, solicitamos la vigilancia permanente de la sociedad dominicana para que hechos como estos no queden impunes.