Los candidatos a la presidencia estadounidense, Barack Obama y Mitt Romney, intercambiaban vivos ataques ayer martes al inicio del segundo debate televisado, interrumpiéndose y acusándose mutuamente de mentir en temas económicos y energéticos.
Obama acusó a su adversario republicano de sólo querer favorecer a los estadounidenses más ricos. “El gobernador Romney dice que tiene un programa con cinco puntos, no tiene un programa de cinco puntos, su programa se resume en uno: asegurarse de que los más ricos puedan jugar con reglas diferentes”, sentenció el mandatario.
“Esa fue su filosofía en el sector privado, esa fue su filosofía como gobernador y esa ha sido su filosofía como candidato presidencial”, atacó Obama.
En el campo de la política energética, el contendiente republicano insistió en tener la última palabra sobre la cuestión, después de que Obama interrumpiera su respuesta para afirmar: “Eso no es verdad, gobernador Romney”.
Los candidatos chocaron también sobre los impuestos, sobre los que Obama acusó a su rival de buscar recortarlos sólo para los más ricos, mientras que Romney insistió en que sus planes de descender en un 20% las tasas beneficiarán principalmente a la clase media.
La ley de Arizona
La polémica ley que criminaliza a los indocumentados en Arizona fue otro de los puntos, cuando se debatió sobre políticas migratorias.
Ambos contendientes apostaron por reformar la actual situación de las leyes migratorias, durante el foro público de la universidad Hofstra de Hempstead, en el estado de Nueva York.
Romney aprovechó la ocasión para acusar a Obama de incumplir su promesa de cambiar la legislación migratoria en el país durante su mandato, algo que iba en su programa electoral de 2008, a lo que Obama contestó que hizo “todo lo que pudo” e insistió en que planteó la reforma pero se encontró bloqueado por el Congreso. “Es muy difícil para republicanos en el Congreso apoyar una reforma migratoria integral si quien lleva su estandarte ha dicho que no es algo que le interese apoyar”, explicó Obama, quien insistió en su interés en “arreglar el sistema”.
El demócrata señaló que Romney consideró la polémica ley de Arizona, que autoriza a pedir la documentación a una persona que porsu aspecto sea sospechosa de ser inmigrante, como “un modelo para la nación”, algo que el republicano quiso matizar.
“Dije que la parte de la ley de Arizona que indica que los empleadores podrían determinar si alguien está aquí ilegalmente, que eso era un modelo para la nación”, apuntó Romney.
El republicano y el demócrata apostaron por ser duros y perseguir a los criminales que se encuentran en EE.UU. ilegalmente, pero Obama indicó que Romney fue contrario durante las primarias de su partido