El arzobispo emérito de la Arquidiócesis de Santiago, monseñor Ramón Benito De la Rosa y Carpio, fundador del Grupo Santo Tomás Moro, consideró crucial que en el país se promueva la formación ética del servidor público, y lamentó que no se implementen políticas que fomenten la participación activa y conocimiento del ámbito político de la juventud.
En una visita realizada a este diario, junto a José Gómez Cerda, también dirigente de la organización, el prelado destacó la necesidad de que los jóvenes desarrollen habilidades de liderazgo y se promueva la formación ética y política del servidor público.
Según explicaron, con ese propósito nació el Grupo Santo Tomás Moro, que es un espacio de reflexión, diálogo y formación de laicos católicos que hacen vida pública en la República Dominicana.
El ministro católico resaltó que los espacios políticos no se heredan, sino que se ganan por medio de las capacidades.
De igual forma, indicó que contrario a lo que ha estado ocurriendo en el país, la política no puede verse como una inversión sino como un servicio.
De la Rosa y Carpio consideró que se debe enseñar a los jóvenes no solo a no corromperse en la política, sino también que se debe combatir la corrupción.
En la entrevista con el director de este diario, Enmanuel Castillo, los directivos del Grupo Santo Tomás Moro, resaltaron que desde su fundación la entidad en un acuerdo con la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM), ha desarrollado varios diplomados sobre temas políticos.
De la Rosa y Carpio y Gómez Cerda, señalaron que el 31 de octubre del año 2000, el papa Juan Pablo II proclamó a Santo Tomás Moro, patrón de los políticos y gobernantes, en respuesta a una idea del expresidente de la República italiana, Francesco Cossiga, surgida en 1985, y presentada como petición formal el 25 de septiembre del 2000, con el aval de centenares de firmas de jefes de gobiernos y de Estados; parlamentarios y políticos.