Reportaje del diario Elpais.com.
Cuatro exdirigentes del movimiento estudiantil de 2011, que protagonizó las revueltas callejeras en demanda de educación pública y gratuita, se convirtieron ayer en diputados. Tienen menos de 27 años, obtuvieron la mayoría en sus respectivos distritos y se reconocen de izquierda, aunque provienen de distintas vertientes políticas.
El rostro de esta generación es la comunista Camila Vallejo, de 25 años, que logró un 43,6% en la comuna de La Florida, una localidad de clase media y con alto número de electores del sur de Santiago de Chile. Se le unirán Karol Cariola, secretaria general de las Juventudes Comunistas; Giorgio Jackson, líder del movimiento Revolución Democrática, y Gabriel Boric, la principal figura de Izquierda Autónoma, heredera de los grupos radicales de los años noventa.
En un tono más duro que el de su partido, que apuesta por llegar a La Moneda de la mano de Bachelet después de 40 años en la oposición, Vallejo ha dado las primeras señales de las exigencias que su generación pretende imponer a la dirigente socialista desde la Cámara: “Nosotros, desde el Parlamento, y la gente, en las calles, estaremos defendiendo el cumplimiento del programa [de Gobierno de Bachelet]”, aseguró la joven geógrafa que acaba de ser madre de una niña llamada Adela. “Las reformas no dependen de una persona en particular, o de un presidente o de una presidenta”, dijo el domingo Vallejo, que apeló a realizar cambios profundos en el modelo chileno.
Karol Cariola, mano derecha de Vallejo durante las protestas de 2011, indicó que no abandonarán el movimiento social, pese a integrarse en el Legislativo. “Entre mis prioridades está una nueva Constitución, que garantice la salud como un derecho fundamental financiado por el Estado”, indicó esta enfermera matrona de 26 años.
Han dado señales de que conformarán una bancada joven en la Cámara, como se ha bautizado en el Partido Comunista a este futuro grupo parlamentario. La posibilidad de que se agrupen y trabajen en conjunto, con autonomía de los partidos y de un previsible Gobierno de Bachelet, ha sido seguida de cerca por unos militantes marcados por la disciplina. “Saludo con afecto a Camila Vallejo, Boric (…) Todos ellos me estarán acompañando en el Parlamento en 2014. Hemos tenido mucha sintonía”, señaló Jackson, que llamará a los otros cuatro parlamentarios a un encuentro “para unir fuerzas”.
Esta generación creció en democracia y es crítica no solamente con la derecha, sino también con los gobiernos de la Concertación de centroizquierda. “Jamás estaría dispuesta a hacer campaña por Bachelet ni a llamar a los jóvenes a votar por ella”, señaló Vallejo 2012, en una muestra de lejanía y desconfianza.
Con el paso de los meses, sin embargo, la comunista se alineó a la postura oficial de su partido, aunque durante la campaña de primera vuelta no asumió ningún tipo de protagonismo frente a Bachelet. La joven perdió su cargo en la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile, la agrupación universitaria más antigua y simbólica del país, cuando su partido acercó posiciones con la exmandataria a finales de 2011.
Un quinto diputado electo que se sumará a la generación rebelde es Iván Fuentes, de 50 años, pescador de la región de Aysén, en el extremo sur de Chile, que en febrero de 2012 protagonizó las protestas contra el Gobierno del presidente Sebastián Piñera en demanda por mejoras sociales para su localidad. Los jóvenes lo ven como un aliado, porque su liderazgo nació de un movimiento social independiente, aunque de izquierda, y está en comunión con sus demandas de igualdad. “Queremos que este Estado aprenda a repartir mejor las posibilidades”, dijo Fuentes después de triunfar este domingo, también con mayoría.
Los votos de este grupo parlamentario serán claves de resultar elegida Bachelet, como es altamente probable. Estos cinco diputados asegurarán la aprobación de leyes que necesitan de un alto quórum, especialmente las que tienen relación con la reforma de la educación, uno de los tres pilares del programa de la expresidenta socialista.