NUEVA YORK. AFP. El demócrata de izquierda Bill de Blasio asume el miércoles al frente de la alcaldía de Nueva York con la promesa y la obligación adquirida de corregir las desigualdades que achaca a la gestión de su predecesor, Michael Bloomberg, en medio de una gran expectativa de cambio en la Gran Manzana.
De Blasio, de 52 años y electo en noviembre pasado con una aplastante mayoría del 73,3% de los votos, prestará juramento pasada la medianoche en su casa de Park Slope, en Brookyln (sureste de Nueva York), y al mediodía lo hará en la alcaldía en una ceremonia encabezada por el expresidente estadounidense Bill Clinton.
Primer demócrata electo al máximo cargo ejecutivo de Nueva York en 20 años, su llegada al poder genera esperanzas sobre todo en las comunidades hispana y negra de la ciudad (28,6% y 25,5% de los 8,33 millones de neoyorquinos, respectivamente), que esperan que reduzca la creciente brecha entre ricos y pobres.
“La gente de Nueva York ha hablado. El mandato es claro. Es nuestra obligación crear una ciudad en la que la prosperidad es compartida y hay oportunidades para todos”, dijo tras ganar las elecciones.
El desafío es grande: si bien es una de las ciudades con más multimillonarios en el mundo, el 21% de la población de Nueva York vive bajo el umbral de la pobreza (30.944 dólares anuales para una familia de cuatro integrantes, según el índice de la alcaldía).
El número de personas sin techo llegó en junio pasado a un récord de 52.400, incluyendo 22.100 niños, y unos 1,4 millones de neoyorquinos, es decir uno de cada seis de los 8,33 millones de habitantes de la Gran Manzana, recurren a comedores populares porque no ganan lo suficiente para llegar a fin de mes.
Entre sus propuestas para resolver estas problemáticas se encuentran la de aumentar los impuestos a los neoyorquinos que ganan más de 500.000 anuales para financiar el jardín de infantes a partir de los 4 años, la construcción de 200.000 viviendas sociales y el mantenimiento de los hospitales barriales.
Pero además de las cuestiones de fondo, De Blasio quiere que su mandato sea también un cambio en las formas, con una mayor cercanía con la gente, a diferencia de la frialdad que siempre se le ha achacado a Bloomberg.
Casado con Chirlane McCray, una afroamericana exlesbiana seis años mayor que él, y padre de dos adolescentes (Chiara, de 19 años, y Dante, de 16), el nuevo alcalde encarna al multiculturalismo que tanto gusta a Nueva York.
Parte del “estilo De Blasio” quedó de manifiesto en vísperas de Navidad, cuando Chiara confesó de manera pública en un vídeo su pasado de depresión y adicción al alcohol y las drogas para “ayudar” a quienes sufren esos problemas.
Mientras algunos, incluyendo la Casa Blanca, saludaron un gesto valiente, otros criticaron una operación mediática de De Blasio, que se sirvió con éxito de la imagen de su familia durante la campaña electoral.
El “superpolicía” Bratton para reemplazar a Ray Kelly
De Blasio ha ido anunciando en los últimos días el equipo que lo acompañará en los próximos cuatro años, aunque el puesto clave de jefe de policía fue dado a conocer de manera anticipada a principios de diciembre, cuando eligió al internacionalmente respetado “supercop” Bill Bratton para reemplazar a Ray Kelly.
Bratton, de 66 años, es la única persona que ha dirigido a la policía de Nueva York y de Los Angeles y fue una figura clave en la imposición de la “tolerancia cero” en la Gran Manzana en los años 90, cuando la ciudad estaba asolada por el crimen.
En cuanto al resto de su equipo, De Blasio no ha arriesgado demasiado y ha optado por personas con gran experiencia en la administración pública.
Como comisionada en educación, a cargo del sistema escolar público más grande del país, designó a Carmen Fariña, una reconocida experta de 70 años que se había jubilado en 2006.
La media de edad de sus nombramientos para los puestos más importantes de la alcaldía es de 61 años, una sorpresa si se tiene en cuenta que durante la campaña se presentó como el hombre de la renovación.
Hasta el momento, De Blasio ha ocupado el cargo de defensor del pueblo de la ciudad. Antes fue concejal municipal de Brooklyn (2002-2009) y exdirector de campaña de Hillary Clinton para el Senado en 2000.
De Blasio fue de joven un admirador de la revolución lanzada por el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) nicaragüense que en 1979 derrocó al régimen dictatorial de Anastasio Somoza, y en 1998, con 26 años, viajó incluso al país centroamericano para ayudar a distribuir alimentos y medicinas en medio de la lucha con los “Contras” financiados por el gobierno estadounidense de Ronald Reagan.