Las autoridades de Salud Pública darán asistencia sicológica al personal que labora en el hospital José María Cabral y Báez, debido a la ansiedad que le ha generado el brote de tuberculosis detectado en siete trabajadores de la salud y un vendedor de tarjeta que hacía vida en el hospital.
La doctora Belkis Marcelino, directora del Programa de Control de la Tuberculosis del Ministerio de Salud Pública, informó que las autoridades trabajan no solo en medidas que impidan su propagación, sino en atención psicológica a fin de que no se afecte la atención a los pacientes.
El brote, cuyo origen aún se encuentra bajo investigación, pero cuya propagación se atribuye a las condiciones inadecuadas en que opera el centro debido al proceso de remodelación en que se encuentra, afectó a cuatro médicos residentes, dos enfermeras, un conserje y un vendedor de tarjeta que hacía vida en el centro, de una búsqueda de 980 personas.
La doctora Marcelino aseguró que la situación está controlada, pero que se requiere que se mantengan firmes las medidas de control de infecciones, entre ellas el uso de mascarillas, separación de pacientes, ventilación e iluminación natural y agilizando los trabajos de remodelación.
Informó que el personal afectado además de tratamiento médico, que garantizan su cura, está recibiendo atención psicológica individual, y que ahora se va a empezar a trabajar con la atención psicológica de todo ello personal del hospital, debido a que se ha generado mucha ansiedad entre ellos.
Dijo que aún no se tiene información de la causa de la infección y donde, pero que se están investigando los familiares de los afectados.