SANTIAGO.- Las comunidades de Villa González y Navarrete, entraron en la tercera semana sin agua potable debido a los daños al canal de riego Ulises Francisco Espaillat, que dejó al descubierto las condiciones de contaminación al quedar repleto de basura.
La rotura en la transición que une al flumen del arroyo de Jacagua con el canal, también ha dificultado la irrigación de 300 mil tareas sembradas de arroz y guineo.
El director regional del Instituto Nacional Recurso Hidráulicos, Marino Abreu, informó que trabajan en la construcción de un muro de 21 metros que permitirá que dicho canal de riego entre en operación para el próximo viernes cuando.
Sin embargo, el funcionario lamentó los niveles de contaminación que presenta, debido a la cantidad de basura que lanzan las comunidades de Cienfuegos y La Otra Banda.
Desde pedazos de nevera, estufas, colchas, basura, neumáticos y materiales plásticos quedaron junto al sedimento.
“Hace dos meses limpiamos cinco kilómetros del canal, pero vemos ahora nuevamente que la falta de con ciencia de muchos moradores que están en el cordón de comunidades de Cienfuegos en todo el trayecto”, expresó Marino Abreu al ser entrevistado por reporteros de El Caribe.
El Ministerio de Medio Ambiente recientemente apresó a varias personas que lanzaban desperdicios al río Yaque del Norte que suple a este canal y el Monsieur Bogart.
Abreu, reconoce los inconvenientes que ocasiona la rotura del flumen, aunque asegura que en el caso de las plantaciones de arroz no se verá tan afectada, debido a que estaba en cosecha.
Los daños en el canal de riego, también afectó el sifón que pasa por encima del río Arrenquillo en el municipio de Villa González. Los más afectados por estos daños son los productores de tabaco de Palmar, quienes se suplen del agua del canal.
En la comunidad de Banega, las familias colocan grandes filas de barricas para poder suplirse del vital líquido que llega desde camiones suministrados por la Corporación de Acueducto y Alcantarillado de Santiago de Santiago (Coraasan).
José Aramis Núñez, residente en Villa González, asegura llevan ya tres semanas sin que le suplan agua potable de los grifos, mientras en Banega dicen pasa ya de un mes.
“Estamos atravesando por una situación muy difícil al punto que muchos se bañan con agua que buscan del río Arrenquillo a pesar de la contaminación”, dice José Aramis Núñez.
En algunos puntos de la comunidad, están colocando bombas ladronas desde el afluente hasta sus hogares y otros hacen pozos tubulares, a pesar de lo que implica para la salud al utilizar agua subterránea sin ser tratada.
En este municipio se registran varios casos de personas con afecciones de la piel, al parecer por el consumo de agua sin tratar.
En el mes de marzo del pasado año, el canal Ulises Francisco Espaillat sufrió otro de rotura ene l tramo de Villa González, afectando a tres acueductos y dejando de irrigar aproximadamente 500 mil tareas sembradas de tomate, arroz y guineo en comunidades de la Línea Noroeste.