Por Balbueno Medina
Una serie de acontecimientos que se han producido desde que Danilo Medina asumió las riendas del Poder Ejecutivo, lucen indicar que a pesar de ser el líder principal del país, lo es también del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), el cual lo postuló en el año 2012.
Las medidas de corte gubernamental, su identificación con los sectores populares y su receptividad con los sectores políticos y sindicales de oposición, han obligado a cientistas sociales y a analistas del pensamiento político a estudiar con mucho comedimiento el accionar del mandatario dominicano.
Esa forma de ser, desde el poder, ha hecho que Danilo Medina, haya recobrado la fuerza política que lo hizo emerger a lo interno del Partido de la Liberación Dominicano, y que en un momento determinado fue disminuida como consecuencia del uso abusivo del poder en su contra y por la pasividad de él a no querer enfrentar esa situación por garantizar la unidad interna de su partido.
Hoy contrario, a lo débil que lucía al llegar al Poder en agosto del 2012, y en momentos en que todavía el ex presidente Leonel Fernández alzaba su voz con fuerzas para defender su gestión de gobierno frente a la denuncia del déficits fiscal de más de 205 mil millones de pesos, el gobierno y más que el gobierno, el presidente Danilo Medina, aparenta tener un importante control de las estructuras políticas del PLD y el país.
El hecho de que durante el desarrollo de su corta gestión de gobierno, el ex presidente Fernández, haya aplaudido medidas que ha tomado el presidente Danilo Medina, intentando revertir acciones heredadas de la anterior administración, como la que tiene que ver con la revisión del Contrato de la Barrick Gold, nos hacen entender que sin quererlo ni proponérselo el Jefe de Estado ha sobrepasado el liderazgo nacional y a lo interno del PLD, por encima de cualquier dirigente de ese partido.
Otras señales, que nos indican que ya el presidente de la Republica ha sido tomado como tal, han sido los pronunciamientos hechos por dirigentes del partido morado y los sectores más representativos de la oposición que han mostrado el interés de dialogar con el inquilino presidencial, a quien consideran como el interlocutor válido para discutir los problemas de alto interés político y nacional.
Las declaraciones que recientemente emitiera el miembro del Comité Político del PLD, Felucho Jiménez, en torno a que “este no es el tiempo de Leonel”, evidencian que han surgido sectores contestatarios a lo interno contra el presidente de ese partido, y que por lo tanto habremos de esperar que otros dirigentes que se encuentran en esa tesitura también comiencen a ir dando a conocer sus apreciaciones de cara al certamen electoral del 2016.
Sin embargo, el ex presidente Fernández ya está acostumbrado a recibir ese tipo de pronunciamientos y jamás ha respondido a sus compañeros de partido, ni siquiera contra los miembros del Comité Político que objetaron la candidatura de su esposa Margarita Cedeño, en momentos en que recibía todo el respaldo de su gobierno contra la candidatura natural del PLD, que encarnaba Danilo Medina y la cual fue garantizada por esos fundadores del partido morado.
Es precisamente ante esos acontecimientos que se produjeron en el pasado y que podrían resurgir con más fuerzas, ahora que Leonel Fernández no es el presidente de la Republica, que el presidente del PLD trató por todos los medios, antes de abandonar el poder, de blindarse a sí mismo y ganarse a los sectores facticos de la nación para echar su pelea en cualquier escenario de cara al proceso del 2016, porque sabía que parte del sector político se iba a ir del lado de quien conduce los destinos del país, como le aconteció a Danilo Medina cuando él era el Jefe del Estado dominicano.
Por lo tanto, este razonamiento nos indica que la lucha a lo interno del PLD, apenas comienza y que como hemos visto, incluso la salida de otros aspirantes a la nominación presidencial por ese partido, nos advierte que importantes figuras del mismo no se encuentran cómodos con una candidatura presidencial de Leonel Fernández, sobre todo luego de lo acontecido con el déficit fiscal de más de 205 mil millones de pesos y lo que se ha revelado sobre el Contrato de la Barrick Gold, por lo que Danilo Medina, tendrá que jugar no solamente su rol de líder de la nación, sino de su partido en los años por venir.