En su octava y última rendición de cuentas el presidente Danilo Medina apeló de principio a fin de su discurso a la emoción y gratitud de haber ocupado el cargo, resaltando que a cualquiera que sea su sucesor le dejará un país muy distinto al que encontró en el 2012.
“Creo que alguien que nos hubiera visitado en 2012 y volviera ahora al país, pensaría que aquí ha habido una revolución”, puntualizó.
En una Asamblea Nacional sin la presencia de legisladores de la oposición, Medina se identificó con el clamor de sectores de la sociedad, especialmente las nuevas generaciones, para que se busque a fondo la verdad, “toda la verdad, sin cortapisas ni restricciones” de lo ocurrido en las suspendidas elecciones municipales del 16 de febrero.
Sostuvo que de su parte, pondrá a disposición de la Organización de Estados Americanos (OEA) y demás organismos internacionales todo cuanto necesiten para llevar a cabo la investigación.
“Reitero: debe ser una investigación completa, que no deje nada sin escudriñar y que saque a la luz pública absolutamente todo lo que resulte de esa investigación”, enfatizó.
Medina enfatizó en que se trata de un hecho lamentable y bochornoso que nos avergüenza y que empaña la democracia dominicana.
Proclamó que un acontecimiento de esta envergadura no puede quedar sin ser explicado, o con explicaciones a medias o acomodaticias.
Dijo que restablecer la confianza perdida requiere como punto de partida esa explicación independiente y objetiva, para reencauzar el calendario electoral con todas las garantías de que algo similar no vuelva a ocurrir en los procesos electorales a celebrarse los días 15 de marzo y 17 de mayo próximo.Retos sin marcha atrás
Al proyectar los retos de los próximos 10 años, observó que el futuro que quiere el país es de oportunidades y seguridad, con las mejores condiciones de vida, y también con paz.
“Pero solo será posible si elegimos seguir construyendo sobre todo lo logrado y si podemos tener debates constructivos. Debates que nos permitan llamar bueno a lo que es bueno, aunque lo haya hecho otro”, expuso.
Sus palabras de despedida fueron: “No les quepa duda. Yo seguiré acompañando el camino de nuestro pueblo y sirviéndoles donde quiera que me necesiten”.El compromiso
Dijo que desde el Gobierno tienen el firme compromiso de proteger la institucionalidad democrática y garantizar el respeto al orden constitucional.
“Y lo haremos apoyando los debidos procesos, afianzando los plazos legales y garantizando los recursos necesarios para que se celebren los procesos eleccionarios”, expresó.Contra el cansancio
Medina confesó que estos dos períodos de gobierno no ha sido todo un camino de rosas.
“No han faltado días en los que el cansancio, la frustración y las dificultades atacaban sin tregua”.
Pero se alentó al decir que por cada piedra en el camino, siempre “hay una sonrisa que nos anima; por cada traspié, una mano dispuesta a sostenernos y por cada problema, un equipo de personas dispuestas a resolverlo”.
Narró que han sido casi ocho años de trabajo incesante en los que algunas veces, hasta sus más estrechos colaboradores le han preguntado si nunca se cansa.
Pero dijo que les contesta: “El cansancio no existe cuando uno está haciendo aquello que ama, y yo amo servir a este país, servirles a ustedes”.
Danilo Medina dijo que estará en condiciones de entregar a su sucesor una Patria “más fuerte, más grande y más justa”.
Afirmó que el país tiene un gran futuro por delante.
“No dejen que nadie les convenza de lo contrario. No les pongan freno a sus sueños ni a sus buenos deseos. No es momento de parar. Nunca lo será”, destacó.
“Avancemos, con la mano siempre tendida al prójimo, avancemos con honradez, con diligencia y con sentido del deber. Avancemos también con la confianza del que camina sobre terreno seguro, sobre el trabajo bien hecho, sobre los cimientos sólidos que hemos construido como pueblo”, recalcó.
Como un ciudadano más
Danilo Medina se visualizó el próximo 16 de agosto como uno más que podrá mirar a los ojos de cualquier dominicano, con la tranquilidad de saber que ha dado lo mejor que tenía. Resaltó la gratitud inmensa, especialmente de los más humildes, que le han hecho “sentarme a su mesa, compartir su café y conocer sus sueños”. “Siempre les dije que mi mayor satisfacción será poder entregar esta banda presidencial y volver a caminar por las calles de mi país, con la plena serenidad que da el deber cumplido”.
