Con la presencia de decenas de miembros de las Fuerzas Armadas Dominicanas, familiares y amigos fueron velados ayer los restos del mayor general retirado del Ejército, Manuel Antonio Lachapelle Suero, en la funeraria Blandino de la avenida Abraham Lincoln.
Las expresiones de dolor se percibían en cada una de las personas presentes en el lugar, lo cual confirmaba el gran ser humano que sus compañeros de armas, familiares y amigos aseguraron que era.
Notablemente afectado, su hijo mejor, Víctor Alejandro Lachapelle de los Santos, expresó que se siente extremadamente orgulloso del padre que tuvo, porque fue una persona intachable y que siempre luchó por inculcarles los buenos valores.
“Papi pasó por muchos niveles del organismo militar, y ocupó cargos importantes en instituciones como la Dirección Nacional de Investigaciones y la Dirección General de Control de Drogas, que son posiciones claves, en las que cualquiera se corrompe.
Pero a él nadie lo puede señalar por eso, solo lo pueden hacer por todo el bien que haya hecho y por el cumplimiento de las leyes”, expresó cabizbajo.
Dijo que la palabra con la que define todo lo que le enseñó su padre es “ejemplar”, porque a pesar de los tropiezos que tuvo en su carrera luchó para llegar a donde llegó.
Asimismo, su hermana menor, Carmen Lachapelle, dijo que recordará a su hermano como un ser humano con un corazón que le arropaba el cuerpo y el alma.
“El mejor hermano, el mejor hijo, el mejor padre y esposo. Definitivamente un ciudadano ejemplar. Lo recuerdo como mi apoyo, quien me daba un abrazo y un apretón de mano en mis momentos felices y tristes, lo recuerdo con todo mi amor”, dijo llorando.
Aseguró que su hermano tuvo una trayectoria impecable, y lo importante es que el país lo sabe, lo reconoce y lo aprecia, aunque ya no se conocen seres humanos como él. “Lo digo con orgullo, sinceridad y verdad”.