El movimiento CubaDecide, encabezado por la opositora Rosa María Payá, instó este jueves a la comunidad internacional a no reconocer como legítimo el proceso para designar en abril próximo “un heredero del castrismo no elegido por los cubanos” y a apoyar la celebración de un plebiscito vinculante en la Isla, informa EFE.
En un acto conjunto con miembros de la comunidad cubana en EEUU, el movimiento anunció que pedirá formalmente a las Naciones Unidas, la Organización de Estados Americanos (OEA) y la Unión Europea que apoyen de manera “concreta” el derecho del pueblo cubano a “cambiar el sistema” a través de un plebiscito vinculante.
“Pedimos a la comunidad internacional que no reconozca un proceso ‘electoral’ que no tiene en cuenta la voluntad soberana de los cubanos y, por tanto, que no reconozca al sucesor de Raúl Castro”, dijo a EFE la activista Rosa María Payá, hija del fallecido disidente Oswaldo Payá.
Payá calificó de “histórico” el acto “de unión” acaecido este jueves en la Pequeña Habana de Miami para “rechazar una sucesión dinástica” y lograr celebrar unas elecciones “libres, justas y plurales”.
“Estamos mirando con especial interés el comportamiento de la Unión Europea y esperamos de ellos un apoyo concreto al derecho a decidir de los cubanos. Es un momento de unidad pero también de mucho peligro para los cubanos que viven dentro de la isla”, declaró la activista.
Asimismo, aseguró que continuarán instando a los gobiernos democráticos a que aprueben resoluciones para no reconocer el futuro traspaso de poder en Cuba, iniciativa que ya ha tomado el Senado de Paraguay y el de Chile y esta misma semana la Comisión del condado Miami-Dade.
La activista se mostró satisfecha con la voluntad del secretario de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, que declaró como su prioridad para el año 2018 “la lucha por la libertad de Cuba”.
Ana Carbonell, de CubaDecide, calificó el plebiscito como un proceso “sensato” ante la comunidad internacional para recuperar una soberanía “secuestrada desde hace seis décadas”.
El opositor exiliado Ramón Saúl Sánchez, líder del Movimiento Democracia, dijo que el proceso electoral del próximo marzo sirve “para engañar al mundo” y se sumó a la petición de un plebiscito que permita a los cubanos “cambiar de sistema, no de tiranos”.
Por su parte, el comisionado del condado Miami-Dade, Xavier Suárez, también respaldó la “lucha por la libertad en Cuba y que puedan haber elecciones libres”.
El movimiento que encabeza Payá invitó a “todas las personas de buena voluntad” que viven fuera de la Isla a que envíen peticiones formales a sus representantes para que los gobiernos de los países donde residen no reconozcan el proceso “electoral” cubano y “al sucesor a designar por el castrismo”.
El proceso “electoral” del régimen cubano que supuestamente culminará en el relevo de Raúl Castro comenzó el pasado 26 de noviembre con la celebración de “comicios” municipales en los que el régimen impidió la nominación de candidatos independientes mediante varios mecanismos: “detenciones arbitrarias, citaciones policiales, procesos penales, actos de repudio y hasta la toma de un pueblo”.
Los diputados que salgan de las “elecciones” del próximo 11 de marzo deberán proponer y “elegir” a los principales cargos del próximo Gobierno, entre ellos el presidente, que por primera vez en casi seis décadas podría no llevar el apellido Castro.
Los “comicios” organizados por el régimen están inclinados a su favor. El propio vicepresidente cubano Miguel Díaz-Canel dijo abiertamente que su Gobierno estaba “dando todos los pasos para desacreditar” a los candidatos independientes porque si llegaban a las Asambleas Municipales “sería una manera de legitimar dentro de nuestra sociedad civil a la contrarrevolución”.
La Comisión de Candidaturas Nacional (CCN) así como las comisiones que se crean a nivel provincial y municipal, funcionan como filtros en estos “comicios” y garantizan al régimen que los delegados de las Asambleas Provinciales, los diputados de la Asamblea Nacional, el Consejo de Estado y su presidente respondan a los intereses del Partido Comunista.
La sucesión en el poder de la Isla parece estar en marcha. Aunque no ha habido hasta ahora ningún anuncio oficial, es previsible que el sucesor de Raúl Castro sea Miguel Díaz-Canel.
Aunque cumpla su promesa de abandonar la presidencia del Consejo de Estado y de Ministros, Raúl Castro seguirá siendo primer secretario del Partido Comunista, organización a la que la Constitución castrista designa como fuerza “rectora” de la sociedad.