SANTIAGO, República Dominicana. (Por José A. Toribio).- La insuficiencia de equipos y el carecer de un plan operativo y de limpieza en esta ciudad, mantienen el municipio lleno de basura, ante la dejadez de las autoridades municipales.
En el mercado Hospedaje Yaque, principal centro de acopio, las avenidas Circunvalación, Hermanas Mirabal, Gurabito, doble vía ensanche Libertad, Pueblo Nuevo, 27 de febrero, Centro Histórico de la ciudad, urbanizaciones y sectores de Santiago están repletos de desechos sólidos.
Los montones de desperdicios, unidos al hedor que desprenden las verduras podridas, causan el malestar de los residentes del entorno de esos lugares, quienes no pueden vivir con tranquilidad, ante la situación.
“Aquí no se puede respirar con tranquilidad, aquí en la Circunvalación, por el ensanche Bermúdez, no hay quien dure un minuto afuera, porque tiran animales muertos y todo tipo de desperdicios, situación que se hace insoportables, para los residentes”, dijo Isaías Peralta.
Otra barriada afectada por la basura del mercado, es El Cambronal, debido a que los vendedores dejan sus desechos.
En la avenida 27 de Febrero, frente al distrito educativo 08, en la esquina con Sabana Larga, a pesar de que allí se encuentra la clínica Santiago Apóstol y el hospital regional José María Cabral y Báez, las rumbas de desperdicios arropan dichas vías.
Los habitantes en los residenciales y barriadas temen que la proliferación de los mosquitos y alimañas propaguen enfermedades.
Un empleado del departamento de limpieza de la alcaldía de Santiago identificado como Ramón, reconoció que parte del caos se debe a la falta de equipos y los problemas con los empleados.
Y es que algunos de los trabajadores, ni siquiera han cobrado y los agraciados con el pago mensual, reciben cheques que al cambiarlos no tienen fondo.
Recientemente hubo un despido masivo de recicladores, el cual desencadenó una protesta con el incendio de la basura del Ecoparque de Rafey, provocando una humareda que afectó a cientos de santiagueros.
Los manifestantes, un total de 553 buzos agrupados en la Asociación de Recicladores del Vertedero Rafey en Santiago, se oponen a la automatización de las operaciones de dicho basurero municipal.