Las más recientes y elevadas construcciones se realizan en el lateral sur del reconocido lugar donde habitan personas adineradas, a la entrada de la intersección de las avenidas Erik Edman, con 27 de febrero, una de las entradas principales a la referida zona.
Desde inicio esta parte de la ciudad tenía dos característica importante su elevación, desde donde se puede divisar toda la ciudad y zonas aledañas y el modelo de casa que eran individuales, pero bastante espaciosa y apenas podía tener unos tres pisos de altura.
Sin embargo en los últimos años en la parte que corresponde a Los Cerros II y Cerros III, se fueron levantando torres de apartamentos, que alcanzaban los cinco o seis pisos, que eran los niveles de altura tradicionales de las construcciones de condominio en Santiago.
Ahora las construcciones se expanden hacia extensiones de terrenos que aún estaban desocupado, pero en algunos casos, se han demolido viviendas, unifamiliares, para dar paso a la construcción del nuevo estilo vertical.
Se trata de un sitio muy exclusivo y donde residen familias de clase alta, lo que hacía pensar que no se permitiría las construcciones elevadas, debido a que las misma, quitan privacidad a los ocupantes de las viviendas localizada en ese lugar.
Debido a este cambio estructural con la sustitución de viviendas unifamiliares por los edificios de apartamentos, residentes allí han optado por mudarse a otros lugares donde se mantienen límites para la altura de las residencias, como es el caso de la Quinta de Pontezuela, La Carmelita y otros selectos y pomposos residenciales.
Esta nueva forma de construcciones ya ha cambiado el estilo inicial de las viviendas, las cuales no excedían los dos niveles en otras urbanizaciones y sectores como La Esmeralda, La Rinconada, Villa Olga, Los Jardines Metropolitanos y parcialmente los Embrujos I, II y III, entre otros.
Importantes y exclusivo sectores, donde se han levantado muchos edificios de apartamentos, ha provocado una transformación total del esquema residencial anterior.
Conjuntamente con ello, parte de esas zonas, se han convertido además en arteria comerciales, donde el cliente puede encontrar, todo cuanto necesita ya sea servicios como artículos y productos de consumo diario y con ello también han visto aumentar el flujo vehicular por sus calles, las cuales antes no eran muy transitada.
El acelerado crecimiento demográfico que en las últimas décadas ha experimentado la ciudad y municipio cabecera de la provincia de Santiago, ha transformado el esquema visual, no sólo del centro histórico de la urbe, sino también que ese proceso se extiende hacia zonas residenciales exclusivas,
Pero además, otras zonas antes deshabitadas, ahora han sido pobladas, con la construcción de importantes proyectos de apartamentos, para atender la creciente demanda de viviendas provocado por el número de habitantes que cada día es mayor.
De ahí que el proceso de conversión de las viviendas unifamiliares no se detiene, porque se ha convertido en un negocio lujoso, ya que donde reside una familia, se puede construir un proyecto de apartamentos para veinte y treinta familias, proceso del que se benefician, los propietarios iniciales y las empresas constructoras.