El ex vicepresidente de Zimbabue Emmerson Mnangagwa, cuya destitución provocó un golpe militar, volvió al país, donde siguen las negociaciones sobre el futuro del presidente Robert Mugabe, decidido a aferrarse al poder. Horas después, una amplia mayoría de las secciones del Zanu-PF, el partido en el poder, pidió a Mugabe que dimita, informó la televisión estatal, la ZBC. El portavoz de la Zanu-PF de Midlands, Cornelius Mupereri, dijo a la ZBC que la sección de esta provincia se había pronunciado “unánimemente” a favor de la dimisión de Mugabe, como hicieron otras siete de las 10 secciones regionales. El ex vicepresidente Mnangagwa, considerado hasta hace poco como sucesor de Mugabe -que a sus 93 años es el jefe de Estado en ejercicio más anciano del planeta- huyó de Zimbabue tras su cese el 6 de noviembre por “deslealtad” hacia presidente. El jueves regresó a Harare, la capital, confirmó a la AFP uno de sus allegados, pocas horas después de que ejército saliera a la calle y pusiera a Mugabe, en el poder desde hace 37 años, en arresto domiciliario. Su nombre es uno de los que más suenan para dirigir una transición que ponga fin al reino de Mugabe. Mugabe rechazó dimitir el jueves, durante una reunión con el jefe del Estado Mayor del ejército.