El Nuevo Diario, México.– Ante el incremento de casos de COVID-19, el Gobierno del estado de Guerrero creó 300 fosas comunes en la ciudad costera de Acapulco, al sur de México, porque los panteones y crematorios estén al límite de su capacidad.
El Ayuntamiento de Acapulco comenzó la excavación en uno de los panteones municipales para las inhumaciones por COVID-19, informó este sábado la alcaldesa Adela Román.
“De los dos centros de incineración que tenemos en el puerto, uno de ellos está llegando a saturarse y ya no se da abasto con los cadáveres que llegan, se abrieron por esa razón más fosas en el cementerio para dar cabida a los cuerpos que también van llegando en mayor cantidad cada día”, comentó.
Guerrero está en la posición número 18 de contagios de coronavirus a nivel nacional, con 1.083 pacientes y 161 decesos reconocidas por el Gobierno estatal.
Sin embargo, por su escasa infraestructura, la entidad tiene una ocupación hospitalaria de 71 % de camas generales, lo que la ubica solo por debajo del 72 % de Ciudad de México, y por encima de la media nacional de 39 %.
Además, la alcaldesa detalló que, de 25 muertes diarias, al menos 10 son por el coronavirus.
El Gobierno del Estado confirmó la tendencia en la entidad.
“Durante los últimos 17 días se han presentado 695 casos, lo que habla de un importante incremento”, declaró el secretario de Salud de Guerrero, Carlos de la Peña.
El director de Panteones y Velatorios de Acapulco, Gerardo Sánchez, aseguró que estas fosas son para personas de bajos recursos y en situación de calle, por lo que no hay costo.
Hasta el momento, precisó, nueve de las 70 fosas elaboradas ya están ocupadas.
“De acuerdo a las estadísticas, si sigue creciendo el número de personas que fallecen, pues va a haber un poquito de problemas, hasta el momento hemos estado al límite, sí al limite, y esperemos que se resuelva esta situación”, declaró Sánchez.
Esta situación ocurre a pesar de que el municipio cuenta con tres panteones activos, uno clausurado, dos privados y 95 ejidales.
La saturación de los hospitales también se ha evidenciado en días recientes.
“Informamos: Hospital saturado, disculpen las molestias. No hay camas disponibles para COVID-19”, se lee en la entrada del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), donde se ha denunciado que atienden a pacientes en el estacionamiento.
Pese al número de contagios, todavía hay quienes se niegan a creer en la situación, como el bolero Evaristo García, un hombre de 65 años que sigue sentado en el zócalo del puerto para limpiar zapatos.
“Estamos en terrible crisis, a nosotros nos tocó la de perder, estamos sufriendo hambre y falta de dinero, los negocios están cerrados, todo eso lo tienen que echar a andar, porque sino la gente se enferma de hambre”, contó.
Acapulco se encuentra en rojo en el semáforo diseñado por el Gobierno federal para la recuperación económica, por lo que la reactivación planteada para el primero de junio no se aplicará en la entidad, dijo el gobernador Héctor Astudillo Flores.
A nivel nacional hay más de 60.000 casos y cerca de 7.000 muertos confirmados por COVID-19. EFE