Dirigentes políticos estarían presionando a las autoridades para que dejen en libertad a los coyotes que se dedican a traficar con ilegales haitianos, según afirman ciudadanos y personal civil y militar de control fronterizo.
Ayer, la situación en la frontera Norte era normal, donde no se notaba ningún movimiento fuera de lo común luego de que se anunciara el envío de 641 nuevos soldados a custodiar la línea limítrofe.
En tanto, decenas de haitianos que trabajan en fincas agrícolas, en construcciones, casas y establecimientos comerciales y otros lugares del Noroeste, acudieron ayer a la Gobernación de Santiago para renovar sus carnés del Plan de Regularización de Extranjeros.
Mientras haitianos trataban de regular su estatus migratorio, otros buscaban múltiples formas para cruzar clandestinamente la frontera.
Es notorio el patrullaje de soldados por montes y otras zonas que sirven de guaridas para haitianos ilegales que son traficados desde el vecino país.
Los guardias fronterizos cuando logran atrapar a indocumentados que burlan la vigilancia en la parte fronteriza, lo entregan a la Dirección General de Migración para su posterior repatriación.
Sin embargo, a las pocas horas de devolverlos están de regreso en el país, dijeron oficiales de Migración que recorren la frontera en busca de ilegales.
“Es de lo de nunca acabar, nosotros los devolvemos y ellos vuelven de una vez, esperamos que con el envío de más soldados a la frontera, el ambiente cambie”, declaró un oficial que comandaba una patrulla que rastreaba escondites tradicionales de indocumentados.
Coyotes y poteas
Muchos de los coyotes dominicanos y “poteas”, como se conoce en Haití a las personas que trafican con haitianos, han sido apresados por las autoridades y sometidos a la justicia, pero logran su libertad con mucha facilidad, dijeron fuentes militares y migratorias.
Recientemente, el director del Cuerpo Especializado de Seguridad Fronteriza Terrestre (Cesfront), general Sugar Frugis Martínez, dijo que militares perseguían a un coyote que transportaba en una motocicleta a cinco haitianos, entre ellos dos niños y que al verse acorralado y tras sentirse a salvo, intentó lanzar por un precipicio la moto junto a los ilegales.
Recordó que en el 2017 otro traficante lanzó por un canal una moto en la que transportaba a cinco indocumentados y que tres de ellos se ahogaron.
Sin embargo, los soldados lo evitaron, lo apresaron y lo sometieron a la justicia y que un tribunal le impuso una medida de coerción de tres meses de prisión preventiva.
En cuanto a la facilidad que traficantes de indocumentados en la frontera obtienen su libertad, el alto oficial manifestó que la misión del Cesfront y el Ejército es apresarlos y entregarlos a las autoridades y que en lo adelante no tienen nada que ver.
Los coyotes que operan en la frontera se justifican alegando que no hay trabajo, que son “padres de familia” y que viven del transporte y tráfico de personas ilegales.
Por: Ricardo Santana y Wiliam Estévez