San José, 1 feb (EFE).- Los costarricenses elegirán este domingo, aparentemente inclinados a la izquierda, al sustituto de la primera mujer que ha presidido el país, Laura Chinchilla, tras una campaña que presagia la necesidad de una segunda vuelta en las urnas.
Las últimas encuestas dejan en manos de los indecisos los votos que decidirán el resultado, pero indican una tendencia mayoritaria que se reparten el gobernante Partido Liberación Nacional (PLN), socialdemócrata, el izquierdista Frente Amplio (FL), y el Partido Acción Ciudadana (PAC), de centro izquierda.
Muy rezagado queda el derechista Movimiento Libertario, que insiste en presentar por cuarta vez consecutiva la candidatura del abogado de 53 años Otto Guevara, entre los cuatro favoritos de los 13 aspirantes presidenciales en estas elecciones en las que los costarricenses también elegirán a los 57 miembros del poder legislativo.
A excepción del aspirante del FL, el abogado de 36 años José María Villalta, segundo en las encuestas, los principales candidatos, que siguen en campaña callejera hasta el último momento, se prestaron juntos el viernes a ser bendecidos por un pastor evangélico en un acto que fue transmitido a todo el país por el canal de televisión de ese líder religioso.
Este hecho bien puede enmarcar el paisaje político costarricense, en el que la religión, mayoritariamente cristiana, ejerce un peso del que ninguna opción con vocación ganadora puede zafarse.
El debate sobre la legislación que regula el aborto ha sido uno de los más encendidos durante la campaña, sin que ningún candidato, sin embargo, se atraviese a desmarcarse de la norma vigente que restringe esa práctica a casos en los que corre peligro la vida de la madre, ni siquiera el izquierdista Villalta
Johny Araya, alcalde durante 21 años de San José desde las filas del PLN, que también ha gobernado el país durante los últimos tres mandatos, encabeza la preferencia de votos, aunque ni siquiera se acerca al 40 por ciento más uno de los sufragios necesarios para ganar en primera vuelta.
Para consolidar su puesto de favorito y conquistar la victoria en primera vuelta, el exalcalde ha intentado con poco éxito desmarcarse y desentenderse de la gestión de su compañera de filas Chinchilla, que ha ejercido el mandato más impopular de la historia reciente de Costa Rica.
En la recta final de la campaña, Araya ha visto cómo se le han acercado peligrosamente Villalta y el candidato del PAC, Luis Guilermo Solís, profesor universitario de 53 años casado con la española Mercedes Peña.
El PAC es una escisión del PLN, formada por una grupo de políticos en desacuerdo con el viraje a la derecha de esa formación, perteneciente a la Internacional Socialista y liderada tradicionalmente por el Premio Nobel de la Paz y expresidente Oscar Arias.
Precisamente el inesperado enfrentamiento entre la familia de Arias y Chinchila al principio del mandato de ésta es uno de los lastres que, según los analistas consultados por Efe, han conducido finalmente al fracaso la gestión de esta gobernanta.
Chinchilla además deja al país con un inédito aumento del déficit público (4,6%) y una creciente tendencia a la desigualdad entre los costarricenses, en el país latinoamericano hasta ahora con una mejor distribución de la riqueza.
La privatización de la mayoría de los servicios públicos, en una nación tradicionalmente estatista, iniciada por Arias, antecesor y promotor político de Chinchilla, ha dado por ahora más disgustos que beneficios a los ciudadanos.
Quizás esa sea la razón por la que ha subido como la espuma tanto la popularidad como el “terror político” en torno a la figura de Villalta, que ha tenido que soportar durante la campaña desde todos los frentes los calificativos de “comunista” y “chavista”.
La asentada oligarquía costarricense siente pánico ante la posibilidad de ver a su país unido al eje de los países de la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA), Bolivia, Ecuador, Venezuela, Nicaragua y Cuba, algo ajeno al programa de Villalta.
En Costa Rica, un país de 4,7 millones de habitantes, están habilitados casi 3,1 millones de personas para votar por el presidente, los dos vicepresidentes y los 57 diputados de la Asamblea Legislativa para el periodo 2014-2018.
El Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) tiene previsto dar a conocer los primeros resultados de las votaciones en una sesión solemne a las 20.00 hora local del domingo (02.00 GMT del lunes), dos horas después de cerradas las urnas.
En caso de que exista una diferencia menor al 2 % entre los dos candidatos con mayor cantidad de votos se contarán una por una las papeletas.
Autor: Alejandro Varela