Las elecciones de 2018 en Costa Rica ocuparán un campo especial en la historia del país y del continente por la diversidad de sus autoridades, reflejada en un joven presidente de 38 años, la primera mujer afrodescendiente vicepresidenta de América continental, el primer diputado gay del país y siete pastores evangélicos en el Congreso.
El mandatario electo, el progresista Carlos Alvarado, apostó durante la campaña por un mensaje inclusivo en pro de los derechos humanos para todos y constantemente se refirió a “nuestra generación” para atraer a la población más joven y hacerla parte esencial de la política del país.
A sus 38 años, Alvarado ganó la segunda vuelta del pasado domingo con el 60,7 por ciento de los votos y será, a partir del 8 de mayo próximo cuando tome el poder, uno de los presidentes más jóvenes en toda la historia de Costa Rica, la democracia más longeva de América Latina.
Una foto tomándose una cerveza junto a su esposa, Claudia Dobles, después de un debate de televisión es el ejemplo de uno de los signos enviados por Alvarado para tratar de romper esquemas conservadores y conectarse con la población más joven.
La utilización de las redes sociales fue también parte vital durante la campaña y como punto alto los debates en vivo con la población a través de Facebook, en los cuales Carlos Alvarado respondió preguntas e incluso tocó con su guitarra canciones de Pink Floyd, su banda favorita.
El presidente electo ha roto esquemas pues a pesar de que fue ministro de Trabajo y de Desarrollo Humano durante el actual Gobierno de Luis Guillermo Solís, este periodista de profesión tiene un alma de artista estampada en tres novelas de su autoría y en sus años de cantante y músico de rock.
Durante la campaña habló con sinceridad sobre la necesidad de aumentar impuestos y recortar gasto estatal para reducir el déficit del país, pero nunca se olvidó de defender los derechos humanos de la población sexualmente diversa, como el matrimonio igualitario que en Costa Rica aún no es legal.
Otro hecho histórico es que la compañera de fórmula de Alvarado es Epsy Campbell, una experimentada política y economista que se convertirá en la primera mujer vicepresidenta afrodescendiente de un país de América continental.
Esta mujer de carácter fuerte de 54 años, quien tiene dos hijas y una nieta, es una de las políticas más reconocidas de Costa Rica tras ser dos veces diputada y una pieza fundamental en el oficialista Partido Acción Ciudadana, de tendencia centroizquierdista.
Las felicitaciones para Campbell han llovido tanto dentro como fuera del país, de figuras como la expresidenta de Chile Michelle Bachelet y de la representante de la ONU en Costa Rica, Alice Shackelford, quien calificó este hecho como “un paso significativo para alcanzar una sociedad más inclusiva”.
Campbell se convertirá en la primera mujer negra en ejercer como presidenta cuando Alvarado salga del país o si debe ausentarse del cargo por algún otro motivo.
Otro que romperá paradigmas es el diputado del oficialista PAC Enrique Sánchez, periodista de profesión, quien será el primer legislador en la historia de Costa Rica que ha declarado abiertamente su homosexualidad.
Sánchez ha prometido trabajar en una agenda de temas que protejan los derechos humanos, especialmente los de la población de lesbianas, gays, bisexuales, transexuales e intersexuales (LGBTI), para lo que, sin duda, enfrentará la oposición de sectores conservadores en el Congreso.
Esta ala conservadora estará comandada por el evangélico Partido Restauración Nacional, que con el predicador Fabricio Alvarado llegó a disputar la segunda ronda y, aunque perdió con el 39,3 por ciento de los votos, logró un músculo importante en la Asamblea Legislativa.
El partido evangélico consiguió 14 de los 57 diputados que integran el Legislativo, consolidándose como la segunda fuerza detrás del socialdemócrata Partido Liberación Nacional (17) y por encima del oficialista PAC (10).
El resto de diputados se divide en otras fuerzas, muchas de estas también con raíces conservadoras.
De los 14 diputados evangélicos 7 son pastores de iglesias, lo que refleja la fuerza que tomó este movimiento especialmente en zonas rurales donde la presencia de sus iglesias es potente.
El nuevo Congreso de Costa Rica comenzará su periodo de cuatro años el próximo 1 de mayo, mientras el presidente Alvarado arrancará su mandato una semana después.