Las encuestas no se están publicando, pero se están haciendo, y no un solo grupo político o empresarial, sino varios. Los datos se socializan y en todas hay varias coincidencias. Una que llama la atención es cuando se le consulta a la ciudadanía por sus principales problemas.
En primer lugar sale el costo de la vida, o la inflación que compite con el desempleo; la inseguridad ciudadana es el tercer problema y en algunas regiones como el Gran Santo Domingo, que la inseguridad está en primer lugar compitiendo con el costo de la vida. El acceso a agua potable aparece en tercer en varias mediciones, el problema de las drogas y la inmigración haitiana, le siguen.
La corrupción, como principal problema de la gente aparece en séptimo lugar y en algunas encuestas ocupa el puesto seis. Es llamativo el dato porque hubo momentos políticos en los que ese tema caló hasta la segunda posición como principal problema del país y ahora aparece con poco interés en la agenda de la gente. Es más llamativo aún porque el discurso de lucha contra la corrupción es la gran bandera del gobierno.
¿Por qué el desinterés?
La pregunta tiene tres posibles respuestas: primero, que el gobierno es tan honesto que sacó el tema de la corrupción de la agenda de la gente, pero hay varios escándalos que en la presente gestión que chocan con esa teoría; segundo, que los problemas económicos han llevado a la gente a olvidarse de la lucha contra los corruptos porque comer es primero; y tercero, podría ser que la parálisis de la que se habla ha caído el Ministerio Público en los casos de corrupción que han llegado a la Procuraduría por distintas vías, lleve a la gente a pensar que es más de lo mismo y empieza a perder la fe en el Ministerio Público independiente. Es cierto que la corrupción nunca ha sido problema básico de la gente, pero cada cierto tiempo sube a la fama.