BRUSELAS, Bélgica. El expresidente de Ecuador, Rafael Correa, calificó la orden de detención emitida por la justicia ecuatoriana como un “complot” del actual gobierno ecuatoriano contra él y aseguró que Interpol rechazará la petición, en una entrevista con la AFP este miércoles.
“Hay toda una hoja de ruta (…) Hay todo un complot”, dijo Correa en Bruselas, un día después que la justicia ecuatoriana ordenara prisión preventiva y emitiera una circular roja de Interpol contra él por su presunta vinculación en el secuestro del opositor Fernando Balda en Colombia en 2012.
“Me vinculan a un caso sin tener ninguna prueba, en base al testimonio de un policía que pasó siete horas el día anterior con el fiscal aprendiéndose la lección, diciendo que el presidente lo ha llamado para pedirle que secuestre a Balda”, defendió el mandatario de Ecuador entre 2007 y 2017.
Para Correa, que reside actualmente en Bélgica junto a su familia, el “gobierno” de su sucesor, Lenín Moreno, está “sin dudas” detrás de este plan. “Él está detrás de todo esto, de la judicialización de la política”, agregó.
El ex presidente socialista denunció que Moreno “se reunió con Balda, se reunió con el anterior fiscal para meter preso a Jorge Glas [vicepresidente con Correa]” y que “delegados del gobierno” intentaron presionar a personas “clave” para que testificaran en su contra.
La circular roja Interpol “no va a tener ningún éxito”, ya que esta organización de cooperación policial internacional “toma su tiempo, analiza el caso y de ser político lo desecha” y “más político que esto no hay”, agregó.