PAJU, Corea del Sur (Reuters) – Corea del Norte suspendió el lunes su último proyecto importante con Corea del Sur tras semanas de amenazas contra Estados Unidos y su vecino, mientras el presidente ruso, Vladimir Putin, dijo que cualquier conflicto nuclear podría hacer lucir a Chernóbil como un cuento de hadas.
La decisión de Corea del Norte de cerrar el parque industrial Kaesong coincidió con la especulación de que podría llevar adelante algún tipo de acción provocadora -otra prueba de armas nucleares o lanzamiento de misiles-, en lo que se ha convertido en una de las peores crisis en la península desde que terminó la guerra de Corea en 1953.
La tensión ha ido en aumento desde que Naciones Unidas impuso nuevas sanciones contra Corea del Norte en respuesta a su tercera prueba con armas nucleares en febrero.
Pyongyang se ha enfurecido aún más tras semanas de ejercicios militares conjuntos de fuerzas de Corea del Sur y Estados Unidos y amenazó a ambos países con un ataque nuclear.
Putin dijo que el conflicto sobre la península podría causar una devastación mayor que el desastre nuclear de Chernóbil en 1986.
“No mantendré ningún secreto al respecto, estamos preocupados por la escalada en la península coreana, porque somos vecinos”, dijo Putin en una conferencia de prensa conjunta con la canciller alemana, Angela Merkel, durante una visita a una feria de intercambio comercial en Alemania.
“Y si algo sucediera, Dios no lo permita, Chernóbil, del cual sabemos mucho, parecerá un cuento de hadas infantil. ¿Existe una amenaza de ese tipo o no? Pienso que sí (…) Instaré a todos a la calma (…) y a comenzar a resolver los problemas que se han acumulado durante tantos años en la mesa de negociaciones”, agregó.
El secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, dijo que Corea del Norte no podía seguir “confrontando” a la autoridad del Consejo de Seguridad y desafiando a la comunidad internacional.
“Sinceramente espero que cumplan con las resoluciones relevantes del Consejo de Seguridad. Esta es una apelación urgente y seria de la comunidad internacional, incluyéndome”, agregó.
Un alto funcionario norcoreano, citado por la agencia de noticias oficial KCNA, dijo después de una visita a Kaesong que las autoridades retirarán a los trabajadores norcoreanos y luego decidirán si la planta continúa operando.
“(Corea del Norte) suspenderá temporalmente las operaciones en la zona y examinará la cuestión de si va a permitir (la continuación de) su existencia o si la cierra”, dijo Kim Yang Gon, secretario del Comité Central del Partido de los Trabajadores de Corea, según lo citó KCNA.
La agencia dijo que los líderes en Corea del Sur, un importante aliado de Estados Unidos, estaban “desplegando toda una gama de intrigas para encontrar un pretexto para iniciar una guerra contra (Corea del Norte) después de reducir la zona industrial Kaesong a un teatro de confrontación”.
Y agregó que Seúl estaba tratando de “convertir la zona en un semillero de guerra” contra Corea del Norte.
Pyongyang prohibió la semana pasada a los surcoreanos entrar a la zona y éstos han estado dejando el área gradualmente en la última semana a medida que los materiales y la comida empezaron a terminarse.
Analistas habían sugerido que Pyongyang continuaría permitiendo que Kaesong opere, ya que representa 2.000 millones de dólares en comercio anual, con 50.000 norcoreanos trabajando en la zona y fabricando electrodomésticos para 123 compañías surcoreanas.
También genera más de 80 millones de dólares al año en salarios, pagados al Estado en lugar de a los trabajadores.
Unos 475 trabajadores surcoreanos permanecían en Kaesong. Trece fábricas han detenido las operaciones debido a la falta de materiales, según el Ministerio de Unificación de Corea del Sur.