Título original: Fury. Género: Drama. Dirección: David Ayer. Guión: David Ayer. Reparto: Brad Pitt, Logan Lerman, Shia LaBeouf, Jon Bernthal, Michael Peña, Xavier Samuel. Duración: 2 horas 8 minutos. Clasificación: + 12 años. País: USA
“Corazones de acero”, obra del guionista y realizador David Ayer (Street Kings, 2008) es una de esas películas que a pesar de su excesivo metraje y su tono belicista, apunta a otros motivos que la hacen interesante.
Lo propuesto por el director no es una mera cinta de guerra, más bien es un estudio de caracteres, de personajes que están enfrascados en una contienda bélica que los obliga a tomar distintas posiciones frente a la misma.
La historia en cuestión se centra en 1945 en las postrimerías de la Segunda Guerra Mundial, cuando los alemanes, en un intento desesperado por ganar la guerra, recurren al reclutamiento de niños y mujeres.
En este contexto se encuentra y convoy de soldados americanos que se abre camino por las distintas aldeas de Alemania montado en un tanque de guerra (El Fury), cuya misión está la de eliminar a cualquier soldado alemán que se encuentre tras su paso.
David Ayer, como guionista y realizador, se muestra excesivo y en muchas ocasiones violento, puesto que su objetivo es hablar de la crudeza que resulta la guerra para cualquier bando. Por eso los aplastamientos de cuerpos y los trozos de cara mutilada, son elementos que el director muestra sin ningún reparo.
De esta misma crudeza y realismo hablaba Sam Peckinpah, por ejemplo en “Cross of Iron” (1977) o Samuel Fuller en “The Big Red One” (1980), cintas que ayudaron a perfilar un nuevo enfoque del relato centrado en la guerra.
Este aspecto brillante de esta obra aproxima al público por las veleidades intrínsecas de la misma guerra, pero a su vez centra su atención en los personajes que la protagonizan.
En este caso los personajes interpretados por Brad Pitt, Logan Lerman, Shia LaBeouf, Jon Bernthal, Michael Peña y Xavier Samuel sirven de muestra para su visión individual de cómo cada soldado asume la contienda.
Su metraje no traiciona la calidad del filme, aunque podría parecer, puesto que Ayer sabe distinguir los momentos de introspección de los personajes con parafernalia de las batallas.
“Corazones de acero” es un relato que puede, inclusive, revisionar el cine bélico en los propios aspectos que lo han caracterizado.