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ELIZABETH, Nueva Jersey.- El cónsul general de la República Dominicana en Nueva York, Félix Antonio Martínez, visitó el Centro de Detención de Elizabeth, para conocer la situación de dominicanos confinados allí, y que esperan ser deportados o acudir ante tribunales de los Estados Unidos.
El Centro de Detención de Elizabeth está localizado en el 625 de Evans Street, donde el cónsul Martínez fue recibido por una comisión de autoridades de la Oficina Federal de Prisiones, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), el Servicio de Alguaciles Federales y la Corporación de Correccionales de América (CCA).
Martínez se hizo eco de reclamos y peticiones hechas por los prisioneros, entre ellas que sea extendido de 30 minutos a una hora, el horario de visitas de parte de familiares y amigos, sugerencia a la que obtemperaron las autoridades carcelarias durante una reunión efectuada en uno de los salones del recinto tras un recorrido por el penal.
En su recorrido por la cárcel, el funcionario consular estuvo acompañado por el director Orlando Rodríguez; Kerry Gill, supervisor de Detención y Deportación, Inmigración y de Control de Aduanas del Departamento de Seguridad de Estados Unidos; Winnic Cheund, asistente de la oficina de campo de aplicación y director de operaciones del ICE; Michael Anderson ; Reese Clews y David Gungain, oficiales de deportación.
El horario de visitas a los presos será extendido a partir de las próximas dos semanas de 30 minutos a una hora, según le comunicó Rodríguez a Martínez, luego de de acoger su sugerencia.
Varios de los dominicanos confinados, quienes vestían uniformes color anaranjado, expusieron sus inquietudes a Martínez sobre las distintas acusaciones por las que guardan prisión, el futuro que les espera al regresar a su país de origen, si serian fichados o no por la Policía (PN) o la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD).
“Ustedes tienen que enfocarse en que cuando llegan a la República Dominicana comienzan una nueva vida, y que va a depender del interés que tenga cada uno de ustedes por superarse en la educación e incorporarse al trabajo, a la vida cotidiana de nuestro país”, respondió Martínez.
Explicó que el Estado dominicano dispone de ciertos programas entre los que cito “bonogas” y “bonoluz”, que ayudan a las familias de escasos recursos económicos a subsistir, además del Servicio Nacional de Salud (SeNaSa), para ofrecer servicios médicos a los dominicanos.
Martínez observó que el Gobierno del presidente Danilo Medina ha fortalecido el sistema democrático y las instituciones oficiales, garantizando la preservación de los derechos humanos y el libre tránsito de los ciudadanos, así como el derecho a la propiedad y la inversión, por lo que “ningún dominicano debe sentir temor de regresar a su patria”.
“El futuro de ustedes, cuando regresen algún día a su país, dependerá de la visión que tenga cada uno, porque si no tienen voluntad de superación, reincorporarse a una vida productiva y administrar bien los pocos o muchos recursos económicos con que cuenten, de nada les serviría la política de servicios y protección a sus ciudadanos que ha implementado el Gobierno dominicano”, enfatizó.
Martínez estuvo acompañado por el vicecónsul Tamayo Tejada, del Departamento de Visas y Protección, de la legación consular ubicada en el 1501 de la avenida Broadway, en Manhattan. Tejada respondió preguntas de los reclusos relacionadas con asuntos legales tanto en los Estados Unidos como en la nación dominicana.
Asesoría legal
El cónsul dominicano aclaró a los confinados que su visita obedece a la implementación de una serie de encuentros con prisioneros de su país en cárceles de Nueva York, Nueva Jersey, Connecticut y Pennsylvania, cuya jurisdicción compete al consulado en Nueva York, con el propósito de conocer sus casos directamente y ofrecerles la asesoría necesaria.
Los exhortó a comunicarse con su consulado en el teléfono (212) 768-2480 para cualquier inquietud sobre los casos de los que son procesados o en torno a las leyes que rigen en su país de origen.
“De hecho, pueden comunicarse gratis con sus familiares, abogados, amigos o relacionados gratuitamente, llamando a esos dígitos los días miércoles y viernes de 10:00 de la mañana a 3:00 de la tarde”, agregó.
“Sus decisiones son soberanas, pues ustedes tienen derecho a continuar con sus casos en las cortes de los Estados Unidos con el propósito de que sean declarados inocentes o no, en sus apelaciones”, dijo al responder la petición que le hizo uno de los prisioneros en el sentido de que su proceso de deportación sea agilizado “porque ya estoy cansado de estar aquí y aunque soy inocente de los casos en mi contra, quiero regresar a mi país”.
Otro confinado expreso su deseo de estudiar cuando retorne a su patria, lo que motivó a que Martinez informara sobre los trabajos de protección a los connacionales, y la apertura de sendas ventanillas de educación y salud en le dependencia consular.
“Ningún país del mundo quiere tener personas que cometan delitos”, puntualizó al referirse a la vida productiva que debe tener todo ser humano. Y puso de ejemplo el caso de los miles de haitianos que acoge la República Dominicana, ya que que aunque muchos delinquen, otros trabajan para ganar el dinero de sustentación para ellos y sus familiares que viven en Haití.
Protección
“Una de nuestras responsabilidades es velar por los derechos, la protección y el bienestar de los dominicanos, y estamos aquí no solo porque queremos estar en contacto con ustedes, sino también con sus familiares en la República Dominicana, porque queremos que ustedes, al retornar al país o de permanecer en Estados Unidos, sean reincorporados a una vida productiva”, enfatizó el funcionario consular.
Les recordó a sus connacionales presidiarios que a partir del año 2010, los extranjeros acusados de distintos delitos deben ser notificados por sus abogados de que serian deportados de declararse culpables de la comisión de delitos calificados de criminales (felonías) por la Ley Rockefeller de 1973, modificada en 1996, así como por otras legislaciones surgidas a raíz de los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001, cuando fueron derribadas las torres gemelas en Nueva York y semidestruído el Pentágono en Washignton, D.C.
Martínez informó a los reos en espera de ser llevados ante los tribunales o ser repatriados, además, que las cartas de ruta para aquellos que no tienen pasaportes ya no son otorgadas en el consulado dominicano, sino en la embajada de su país en Washington.
En su recorrido por las instalaciones del Centro de Detención de Elizabeth, a la comitiva del consulado general de la República Dominicana se les mostraron las distintas celdas donde están confinados dominicanos, guatemaltecos, hondureños y de otras nacionalidades; el gimnasio, la barbería, la cocina, un almacén de alimentos, la librería, un dispensario médico y un salón de recreación.
La cárcel tiene capacidad para 306 presos, y entre sus inquilinos actuales hay dominicanos, guatemaltecos, hondureños y de otras nacionalidades.
Sin quejas
El hispano Orlando Rodríguez, director del Centro de Detención de Elizabeth, Nueva Jersey, dijo que las autoridades carcelarias no tienen quejas por el comportamiento de los dominicanos confinados.
Indicó que entre sus responsabilidades están proveer seguridad, alimentación, servicios de transportación, incluyendo casos de deportaciones individuales.
“Nuestros oficiales son los que llevan a los detenidos hasta el aeropuerto y los montan en el avión permaneciendo allí hasta que la aeronave toma su destino”, precisó.
Detalló que tiene un asistente y un director de control de calidad que está bajo la responsabilidad de un oficial que también es administrativo, además del personal regular.
“Yo estoy aquí para atender a cualquier preocupación de los detenidos y supervisar todo lo que tiene que ver con alimentación, vestimenta, seguridad y la salud de los presidiarios, entre otros aspectos”, añadió Rodríguez.