Así como la “fiebre del oro” invadió al Viejo Oeste de los Estados Unidos en 1848, la “fiebre por cabañas” en las montañas de pinos parece haber llegado hasta Jarabacoa, en una especie de plaga o polilla mecánica que corroe caminos, piedras, árboles, montañas, nidos, arroyos y todo cuanto encuentra a su paso.
Devora también ecosistemas, antiguos paisajes naturales y una densa vegetación que harían llorar al propio pintor Claude Monet y hasta al mismísimo Creador.
Pero aunque el oro es sinónimo de riqueza, lujo, poder y bienestar, “vale más una tierra con árboles en los montes que un Estado con oro en los bancos”, como escribiera el afamado escritor gallego Alfonso Daniel Rodríguez Castelao. Pero es que siendo también realistas .. quién no quisiera tener una casa en el bosque?.
Mercado bienes raíces en buen momento
Sin duda alguna, tanto el mercado formal como informal de los bienes raíces se encuentran en su mejor momento en la ciudad de la “Eterna Primavera”, donde los mismos campesinos o compueblanos con más poder venden directamente sus tierras, como también lo hacen firmas inmobiliarias reconocidas. Basta con ir a internet y colocar el nombre de “Jarabacoa”, para encontrarse con todo tipo de fotos y ofertas.
El costo por metro de tierra oscila entre los 10 y 100 dólares, dependiendo de la cantidad y la zona en que se vaya a comprar, ya sea en el mismo pueblo de Jarabacoa o en los campos de Manabao, La Ciénega y comunidades aledañas.
Mientras más alto y lejos del centro del pueblo, más virgen, puro y hermoso es el paisaje. Así se deja ver entre las montañas súper pobladas de costosas cabañas que se divisan a los lejos cuando llegas a Yerba Buena, tras cruzar el centro de Jarabacoa.
Actualmente “La Jamaca de Dios” se encuentra entre las zonas más altas y populares de la ciudad, con un crecimiento urbanístico constante, a pesar del mal estado del camino. En contraste con la ciudad de Santo Domingo y otras ciudades, donde las casuchas se ven a lo alto, en Jarabacoa la pobreza y la clase media se están quedando abajo.