Por Balbueno Medina.
Consolidado el liderazgo del presidente Danilo Medina, en las estructuras internas del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), no queda otro camino de que a alguien se ocurra plantear el tema de la reelección presidencial.
Conociendo bien a los políticos dominicanos solo nos atrevemos a conceder un plazo no mayor a dos semanas para que a cualquier funcionario del gobierno, dirigente de los Comités Central o Político del PLD, se le ocurra proponer que se apruebe la reelección presidencial del presidente Danilo Medina por el alto nivel de valoración con que cuenta dentro y fuera de ese partido.
Sobre todo, en estos momentos debe haber decenas de Danilistas y Peledeistas, motivados por los triunfos consecutivos alcanzados por el primer mandatario y máxime por los datos arrojados por la más reciente publicación de la firma encuestadora Gallup, que lo sitúa por encima del 87 por ciento en las simpatías de la población dominicana.
Mucho menos debemos pasar por alto, que a esa popularidad que acompaña al presidente Medina, le ayudaron enormemente los pronunciamientos que hizo a favor de la soberanía nacional en la Cumbre de la CELAC, lo que le suscito los elogios del pueblo dominicano y hasta de los criollos que habitan en ultramar.
Indudablemente que el presidente Danilo Medina está en su mejor momento político y solo si se deja influenciar de un gran exceso de humildad, como al parecer se precia en presentarse ante el pueblo dominicano, no podrá hacer lo que hizo su compañero de partido Leonel Fernández en el año 2008, cuando decidió lanzarse a buscar la reelección presidencial, a pesar de que con ello melló las relaciones que ambos mantenían.
Para esa ocasión se habló de un acuerdo secreto de caballeros que habrían firmado los dos principales líderes del PLD, en el que supuestamente Fernández se comprometió a respaldar a Medina, pero al fin y al cabo todo cambio y que por ello se produjo el distanciamiento que todos conocimos se produjo entre ambas figuras políticas, las cuales mantenían una estrecha amistad de varias décadas de trabajo político juntos.
Sin embargo, en este momento, son muchas las interrogantes que se hacen quienes observan el desarrollo de los acontecimientos que se han venido produciendo al interior del partido de gobierno y la principal es: ¿ Seria Danilo Medina, capaz de hacerle a Leonel Fernández Reyna, lo que este le hizo en el año 2008?. Yo como curioso recomiendo ver los capítulos que faltan de la presente película, donde el presidente Medina es el protagonista principal.
Mientras tanto no podemos olvidar que el camino hacia la reelección presidencial está a tiro de hit como se dice en el argot beisbolistico dominicano, ya que el presidente de la Republica cuenta con la mayoría de los integrantes de los dos principales organismos de dirección del PLD y en ese partido se hace lo que decidan quienes ocupan esas posiciones dirigenciales.
En cuanto a la formalidad constitucional, tampoco creemos que el presidente Medina, pueda encontrar obstáculos en el Congreso Nacional para optar por un nuevo mandato constitucional, ya que los legisladores peledeistas por disciplina están obligados a acatar las decisiones que tomen el Comité Central (CC) y el Comité Político (CP) de esa organización política, porque eso fue lo mismo que hicieron cuando Fernández decidió continuar en el poder.
Entre tanto nos correspondería preguntar, ¿Estaría Leonel Fernández Reyna dispuesto a enfrentar a Danilo Medina por la candidatura presidencial a lo interno del PLD, en caso de que este decida repostularse en el 2016?, todo dependerá de que como marchen los acontecimientos en el partido morado, porque Fernández al igual que el presidente de la Republica cuenta con mucho poder y arraigo en la sociedad dominicana.
El ex presidente de la Republica y presidente del PLD, cuenta con el respaldo de importantes sectores políticos y empresariales del país, incluyendo con un formidable respaldo de los empresarios de los medios de comunicación y periodistas que se sintieron bien cómodos y respaldados en sus gobiernos. De manera que esta será una lucha titánica, mientras tanto el PRD no podrá aprovechar esa lucha que se da por el control del poder en el PLD, porque las ambiciones no le permitirá a sus principales dirigentes ver el camino hacia la victoria.