La fiscalía del Distrito Nacional solicitó anoche un año de prisión preventiva contra el gerente del Dream Casinos Corporation, quien está acusado de tentativa de homicidio en contra del administrador de esos negocios, el abogado Fernando Arturo Báez Guerrero.
La fiscal Yeni Berenice Reynoso solicitó al juzgado de Atención Permanente dictar prisión preventiva en contra del canadiense Antonio Carbone, quien se encuentra recluido en la cárcel preventiva del Palacio de Justicia de Ciudad Nueva.
Empero, la medida de coerción, que fue depositada a las 8:16 de la mañana de ayer martes, será conocida hoy en mañana o la tarde, debido a que cuando la instancia fue colocada ya el tribunal había terminado de conocer varios casos y ni fue puesto en el rol de audiencia.
La solicitud de la medida sostiene que el imputado, Antonio, y su hermano, Francesco Carbone, habían amenazado de muerte en varias ocasiones a Báez Guerrero, y se reunieron con Andrés Khan y Juan Isidro Infante Sepúlveda para darle muerte.
La Fiscalía expone que este tipo de criminalidad, poco usual en la República Dominicana, “es una conducta criminal típica de organizaciones criminales con características, incluso, superiores a los carteles de las drogas, ya que son mafias con estructuras propias de un crimen que desafía todos los esquemas de seguridad de un Estado, como ha pasado históricamente en Italia”.
Agrega que para ejecutar el asesinato de Báez Guerrero fueron seleccionadas dos personas no identificadas hasta el momento, quienes habrían sido contractados directamente por los hermanos Carbone, y salieron a ubicar la casa de Báez Guerrero, en la avenida Enriquillo No.21, del sector Los Cacicazgos, de la capital.
Señala la acusación que luego de ubicar la dirección el primero de diciembre pasado, los individuos le dieron seguimiento a Báez Guerrero y estando allí, “pensaron que este aun seguía en el carro, arrojaron dentro del vehículo marca Jaguar, color blanco, un objeto que hizo que el vehículo se incendiara en el acto”. Agrega que Báez Guerrero llamó al 911, pero cuando el personal llegó el vehículo ya estaba totalmente destruido.
