WASHINGTON. El Congreso de EE.UU. aprobó ayer un presupuesto para dos semanas que evita, de momento, el cierre parcial del Gobierno, que se temía ante la falta de acuerdo de republicanos y demócratas.
La aprobación se produjo después de que el presidente estadounidense, Donald Trump, se reuniera ayer con los líderes del Congreso, tanto demócratas como republicanos, para negociar un acuerdo que permitiera financiar las agencias federales antes de que concluyera este viernes.
El Senado aprobó por 81 votos a favor y 14 en contra la legislación, que permite la financiación de la Administración hasta el 22 de diciembre, a la que anteriormente le había dado el visto bueno la Cámara de Representantes (235 votos a favor, todos republicanos, y 193 en contra, de los demócratas).
La ley es una solución temporal que irá ahora a la Casa Blanca, donde se espera que la firme el presidente.
El Congreso, que tenía hasta el viernes para aprobar la ley, dispone ahora de dos semanas para que republicanos y demócratas puedan negociar una legislación presupuestaria permanente.
El líder de la mayoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, afirmó que la medida temporal “dará el tiempo” necesario “para completar las discusiones sobre una solución a largo plazo”.
La votación salió adelante después de una jornada que no invitaba al optimismo y hacía temer un cierre parcial de la Administración.
Trump se reunió ayer con los líderes del Congreso, tanto demócratas como republicanos, para negociar un acuerdo.
Tras la cancelación de una reunión similar hace unos días, los líderes demócratas de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, y del Senado, Chuck Schumer, aceptaron el encuentro hoy en el Despacho Oval para acercar posturas al respecto.
“Esperamos poder llegar a un acuerdo. Financiar al Gobierno es extremadamente importante, ayudar a nuestros soldados es muy importante, y ayudar a los ciudadanos de clase media es muy importante”, insistió el líder de la minoría demócrata de la Cámara Alta al comienzo de la reunión, a la que también asistieron sus pares republicanos, Paul Ryan y Mitch McConnell.
Sin embargo, tras la reunión, Schumer y Pelosi indicaron en un comunicado conjunto que, pese a ser una “conversación productiva”, no se acordó “nada específico”.
“Los demócratas continúan presionando para actuar sobre las prioridades bipartidistas urgentes ante el Congreso: fortalecer nuestra defensa nacional con paridad hacia nuestro presupuesto nacional, financiar a los veteranos y la lucha contra los opioides (…) y para aprobar el Dream Act “, indicaron.
El principal escollo se encuentra en la demanda demócrata de aprobar dichos presupuestos con una ley, conocida como Dream Act, que además regularice la situación de los jóvenes indocumentados que llegaron siendo niños al país y que evitaron la deportación por el programa DACA, impulsado por el Gobierno de Barack Obama (2009-2017).
Después de que Trump decidiera poner fin a esta acción ejecutiva en septiembre pasado, dio de plazo hasta marzo al Congreso para buscar una solución legislativa, algo sobre lo que no se han logrado avances desde un Capitolio controlado por los republicanos.
Los demócratas exigen que se cumpla esta premisa si los conservadores quieren contar con su apoyo para lograr la financiación, imprescindible dada la escasa ventaja republicana en el Senado, donde tienen 52 asientos, por los 60 votos necesarios para avanzar en esta materia.
En un comunicado posterior a la reunión, la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Huckabee Sanders, indicó que los líderes republicanos dejaron claro que las negociaciones sobre inmigración “deben manejarse” por “un camino separado”.
Unas horas antes del encuentro, Pelosi fue muy clara y rechazó el voto forzado para hoy por los republicanos de la Cámara Baja para extender los fondos por dos semanas más.
“No nos vamos de aquí sin una solución para DACA”, dijo la congresista al referirse al programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA).
“La razón: porque la propuesta republicana no hace nada sobre la crisis de opiáceos, nada sobre la financiación de los veteranos, nada sobre DACA, ni sobre financiación para emergencia por desastres naturales”, agregó la legisladora.
Según Sanders, Trump no está dispuesto a ceder en esta materia salvo que el paquete de medidas incluya alguna de sus exigencias sobre seguridad fronteriza, en velada alusión a la financiación del polémico muro con México.
El miércoles, Trump reconoció que el cierre del Gobierno podría producirse el sábado y le echó la culpa a los demócratas por su insistencia en incluir la cuestión migratoria en el pacto.
La última vez que hubo un cierre gubernamental fue en 2013, cuando, forzado por el senador ultraconservador Ted Cruz, el Congreso no aprobó los presupuestos para el siguiente año fiscal por las exigencias republicanas de derogar la reforma sanitaria de Obama.
Raquel Godos