WASHINGTON. Un papa político seguramente aprovechará la oportunidad de hablar ante un organismo político. Por eso, tanto los demócratas como los republicanos están a la expectativa de lo que dirá el mes próximo el papa Francisco al Congreso estadounidense y también están preparándose para lo que les diga.
El pontífice fascina a los demócratas con sus enseñanzas sobre el cambio climático, la justicia social y la inmigración. A la vez, su mensaje sobre la santidad de la vida y la tradicional oposición de la Iglesia católica al aborto consuela a los republicanos.
A los católicos demócratas les fascina el énfasis que pone el papa en la lucha contra la pobreza y la defensa del ambiente, pese a que a muchos les incomoda la posición de la Iglesia sobre el aborto. “He estado esperando a este papa toda mi vida”, se entusiasmó Jim McGovern, un demócrata liberal de Massachusetts de 57 años de edad. “Es una inspiración y sé que para muchos también lo es, no solamente para los católicos”, afirmó. Francisco llegará al Capitolio el 24 de septiembre y será el primer papa que hablará a una sesión conjunta de ambas cámaras del Congreso. También saldrá al balcón para saludar al público.
Existen pocas dudas de que el pontífice, quien el mes pasado en Bolivia se manifestó contra el capitalismo irrestricto ante una asamblea de grupos en representación de los pobres, pronunciará un discurso en términos similares ante los legisladores que representan al país más rico del mundo.
“Ya sea el cambio climático, la hambruna o la atención de los pobres, el mensaje del papa es realmente la encarnación de lo que ha sido históricamente la enseñanza social de la Iglesia”, afirmó la representante demócrata Rosa DeLauro, quien viajó a Roma para presenciar la asunción de Francisco hace dos años.