Partidos de izquierda de República Dominicana rechazaron la decisión del Gobierno de Luis Abinader de no invitar a Cuba, Nicaragua y Venezuela a la X Cumbre de las Américas, que tendrá lugar aquí en diciembre próximo.
El Movimiento de Izquierda Unida (MIU), el Frente Amplio (FA) y el Partido Comunista del Trabajo (PCT) calificaron la medida como una sumisión a los intereses del imperialismo estadounidense y una afrenta a la tradición de solidaridad del pueblo dominicano con las naciones latinoamericanas y caribeñas.
VE SOBERANÍA DOMINICANA EN CRISIS
En un amplio comunicado, el MIU sostuvo que el gobierno repitió el mismo libreto de Washington cuando tampoco invitó a esos tres países a la IX Cumbre celebrada en Los Ángeles, en 2022.
«Esa receta llegó a la República Dominicana con la visita del secretario de Estado Marco Rubio, en febrero pasado, ocasión en la que calificó como antihumanos a países que han sido más que generosos y respetuosos con el pueblo dominicano, en clara alusión a estas tres naciones hermanas…», expresó la organización.
Señaló que la Cancillería local, en lugar de manifestar en un comunicado que con esta decisión buscaba «asegurar que la convocatoria sea lo más amplia posible», debió ser sincera y admitir que «la exclusión busca garantizar la presencia del presidente de Estados Unidos, Donald Trump» en la Cumbre, a celebrarse en Punta Cana en diciembre próximo.
FA CONSIDERA HAY TRAICIÓN
María Teresa Cabrera, presidenta del FA., dijo que «al excluir a estos pueblos hermanos, el Gobierno actúa de espaldas a la soberanía nacional y traiciona la tradición de integración, respeto mutuo y autodeterminación que hemos defendido en los momentos más difíciles de nuestra historia».
Recordó que la República Dominicana conoce los efectos de la intervención extranjera y evocó la invasión estadounidense de 1965, cuando fue decisivo el respaldo latinoamericano a la causa dominicana en defensa de su independencia.
El FA convocó a las fuerzas populares, democráticas y progresistas a pronunciarse contra lo que definió como una política excluyente, que debilita la integración hemisférica y limita la posibilidad de un diálogo verdaderamente inclusivo.
«VERGONZOSO ACTO DE SERVILISMO»

El PCT consideró la exclusión de los tres países como un «vergonzoso acto de servilismo político y una flagrante obediencia a los dictámenes e intereses del imperialismo norteamericano».
Su secretario general, Manuel Salazar, sostuvo que la administración de Luis Abinader traiciona la histórica tradición de solidaridad y hermandad que siempre ha caracterizado al pueblo dominicano con los pueblos de América Latina y el Caribe.
Recordó que República Dominicana conoce los costos de la agresión imperialista porque fue invadida por Estados Unidos en 1965.
Al respecto, destacó que, en esos momentos cruciales, la solidaridad internacional fue vital, siendo los pueblos de la región -incluidos aquellos que hoy el gobierno excluye- los que ofrecieron su apoyo a la causa de nuestra soberanía, manifestó.