Santiago. La precariedad en el servicio de agua potable, unido a las altas facturaciones eléctricas y sus tandas de apagones afecta a los residentes en las comunidades de la zona sur del municipio cabecera de Santiago de los Caballeros.
Barriadas como Corea y Los Quemados, sus moradores denuncian que llevan justo un mes sin recibir el vital líquido por parte de la Corporación de Acueducto y Alcantarillado de Santiago (Coraasan).
“A mí me llega religiosamente un recibo de 750 pesos mensualmente, sin que me den una gota de agua. Con mi hijo es peor, le quieren cobrar sin siquiera hacer la conexión y eso que a mi cuando me dan un poquito de agua le pongo una manguera”, expresa Mélida Pérez, residente en Los Quemados.
Para poder suplir sus necesidades, algunas personas se trasladan con carretillas para cargar botellones de agua.
Marcia Lorenzo, quien también reside en la barriada de Los Quemados, dice que desde hace 15 días decidió que apenas cocinaba lo básico para todo el día, pues apenas puede suplirse con dos pequeños galones que los llenanen una llave común.
“Yo no tengo dinero para comprar botellones de agua potable a cada instante, por eso me desenvuelvo como puedo ante la situación de precariedad”, indicó Lorenzo.
Marisol Arias lleva más de diez años viviendo en el barrio Corea, a escasa distancia de Los Quemados, y narra que nunca confrontó una crisis tan grave en el suministro del vital líquido.
Para poder lavar, Arias afirma que debe trasladarse a varios kilómetros a la casa de un pariente.
Con la mejoría del servicio de agua en las comunidades de Gurabo y Cienfuegos, las autoridades acuíferas prometieron que esto permitiría impactar de manera positiva. Las comunidades también se quejan de las tandas de apagones de hasta ocho horas, pese a que la distribuidora Edenorte ha prometido 24 horas en varias ocasiones.