Pregunta: Doctora Ana, le escribo esta carta con miedo, y es que así es como me defino desde que me atracaron en la calle hace 6 meses. Pensé que moriría, me amenazaron con quitarme la vida. No me reconozco, soy una mujer llena de temores, estoy que no quiero salir de mi casa, me siento muy angustiada, veo ahora todo como una tragedia. Mi esposo fue el que me motivó a escribirle, pues él dice que parece que me sacaron el alma, que desea que volvamos a tener una vida normal. Dígame qué puedo hacer para volver a sentirme como antes. No dejo de pensar en lo que me ocurrió.
Respuesta: Vivir una experiencia traumática, que amenace tanto la integridad física como la mental, puede provocar repercusiones psicológicas severas en una persona. Muchas veces en el intento de recuperarse de este tipo de vivencias, el afectado tiende a encerrarse en sí mismo, aislarse de su rutina cotidiana con la esperanza de superar el episodio, pero lamentablemente solo consigue agotar su capacidad física y su estado emocional.
Me gustaría que pudieras escribir detalle a detalle el suceso ocurrido; sé que no es fácil revivir la experiencia, pero te aseguro que será liberador hacerlo. Luego que realices esta actividad, me gustaría que retomaras poco a poco la rutina que llevabas antes de lo sucedido, y cada vez que lo logres, te felicites. En principio, puedes solicitar la compañía de alguien de confianza, pero lo ideal es que puedas continuar sin depender de otro.
Recurre a la escritura cada vez que sientas angustia; esto te va a servir para expresar y canalizar tus emociones. Utiliza lápiz y papel como herramientas para drenar lo que no te permite vivir plenamente; deja fluir tus sentimientos y plásmalos en la hoja, luego, como prefieras, lo quemas o lo rompes.
Es importante que entiendas que lo ocurrido no desaparecerá de tu mente de la noche a la mañana; este proceso requiere de tiempo, aceptación y disposición para superarlo, por lo que te recomiendo que busques controlar tu nivel de ansiedad ocupando tu cuerpo y mente en actividades y cosas que te beneficien.
Lo que quiero que logres con mis recomendaciones es que reconozcas que sí, fue un evento muy desagradable, pero que no puede impedirte que vivas. Que identifiques en ti las emociones cargadas de dolor y que aceptes que debes trabajar en sanarlas para recuperar tu bienestar. Y por último, que entiendas que hoy en día eres más fuerte y que puedes seguir hacia delante.