BRASILIA.- Una comisión del Senado brasileño respaldó la apertura de un juicio político a la presidenta Dilma Rousseff, que puede ser suspendida por el plenario de la Cámara Alta la semana próxima por presunta violación de normas fiscales.
Por 15 votos a favor y cinco en contra, en un clima de tensión, la comisión que analizaba el pedido de impeachment aprobó este viernes un informe favorable a separar a Rousseff de la Presidencia por hasta 180 días para juzgarla.
La apertura del juicio político ya cuenta con la autorización de la cámara de Diputados, y ahora el plenario del Senado prevé votarla en una sesión marcada para comenzar el miércoles 11.
Todas las proyecciones anticipan que los senadores superarán con holgura la mayoría simple de votos necesaria para suspender a Rousseff del cargo que ocupa desde 2011, que pasaría ser ejercido interinamente el vicepresidente Michel Temer.
La mandataria de 68 años es acusada de maquillar el déficit presupuestal del gobierno usando fondos de bancos públicos, lo que está prohibido por una ley de responsabilidad fiscal, aunque ella niega haber cometido delito alguno.
Con fuertes cruces de reproches entre los senadores, el voto de la comisión reflejó la agitación política que vive Brasil, en medio de escándalos de corrupción que salpican a varios partidos y la peor recesión económica del país en décadas.
Senadores oficialistas insistieron en que el impeachment es un “golpe” impulsado por Eduardo Cunha, a quien la justicia apartó el miércoles de la presidencia de la cámara de Diputados porque enfrenta un juicio por corrupción.
La senadora Gleisi Hoffmann, del izquierdista Partido de los Trabajadores (PT) de Rousseff, pidió suspender el proceso de juicio político, argumentando que los actos de Cunha en Diputados son nulos.
Pero el senador Cássio Cunha Lima, del opositor Partido de la Socialdemocracia Brasileña (PSDB), negó que el fallo de la Corte Suprema que suspendió a Cunha afecte la validez de sus acciones como líder de la Cámara Baja.
Redactado por el senador Antonio Anastasia, del PSDB, el informe aprobado por la comisión afirma que el proceso contra Rousseff respetó las leyes y debe continuar, rechazando la tesis de que suponga un “golpe”.
La presidenta volvió a descartar este viernes la posibilidad de renunciar y dijo que va a resistir “hasta el último día”.
“Soy la prueba viva de un golpe sin base legal que tiene por objetivo herir intereses y herir conquistas adquiridas a lo largo de los últimos 13 años”; sostuvo Rousseff durante un acto en el palacio presidencial de Planalto.
Si el juicio político a Rousseff es abierto y al menos dos tercios de los miembros del Senado la declaran culpable, la presidenta sería destituida y Temer quedaría en su lugar hasta el fin del mandato en 2018.