BRASILIA. La Comisión de Constitución y Justicia de la Cámara de Diputados de Brasil inició hoy una sesión que puede durar hasta 40 horas y en la que se comenzará a definir el futuro del presidente Michel Temer, acusado por la Fiscalía de corrupción.
Ese colegiado, integrado por 66 parlamentarios, discutirá un informe redactado por el diputado Bonifácio Andrada, instructor del caso, que recomienda archivar la denuncia por lo que califica de “notoria falta de pruebas”.
Temer ha sido acusado de obstrucción a la justicia y asociación ilícita sobre la base de unos testimonios prestados por los dueños del grupo cárnico JBS en el marco de un acuerdo de cooperación con la Justicia, que ha sido anulado tras comprobarse que hubo fraudes en la información prestada.
Sin embargo, la Fiscalía sostiene que muchas de las “pruebas” que supuestamente incriminan al gobernante mantienen validez legal y por tanto sirven para sustentar los cargos.
Las acusaciones también llegan a dos ministros y dirigentes del Partido del Movimiento Democrático (PMDB), que lidera Temer, y en algunos casos se refieren a hechos ocurridos antes de mayo de 2016, cuando el actual gobernante asumió el poder, una vez que comenzó el proceso que llevó a la destitución de Dilma Rousseff.
Esos trechos de la denuncia, sin embargo, no tendrían validez legal ahora contra Temer, pues la Constitución brasileña dice que un mandatario en pleno ejercicio del poder sólo puede ser procesado penalmente por hechos ocurridos antes del inicio de su mandato.
En ese caso, los tribunales solamente podrían analizar el asunto una vez que concluya el actual período presidencial, el 1 de enero de 2019.
La sesión que comenzó hoy es el paso previo a la última fase del proceso, que se desarrollará en el pleno de la Cámara de Diputados, cuya autorización requiere la Corte Suprema para poder analizar el caso y decidir si instaura un juicio penal contra Temer, quien en ese caso sería suspendido de sus funciones durante seis meses.
En los debates abiertos hoy tendrán derecho a palabra durante 15 minutos los 66 miembros titulares de la Comisión de Constitución y Justicia y también los 66 suplentes, por lo que se calcula que las discusiones concluirán este miércoles o incluso el jueves.
También será escuchada la defensa de Temer, que ha descalificado los testimonios contra el gobernante y sostiene que la acusación no es más que una “ficción” sin valor legal ni pruebas.
El propio Temer ha reforzado esa tesis y, en una carta dirigida a numerosos diputados, se ha dicho víctima de una “conspiración” que tendría como objetivo desalojarlo del poder.
Temer es el primer presidente brasileño acusado formalmente de un delito de carácter penal y no sólo una vez, pues está es la segunda oportunidad en que pasa por ese trance en los últimos meses.
En agosto pasado, la Cámara de Diputados ya negó una primera denuncia por corrupción contra el mandatario, en una votación de fuerte contenido político en la que la poderosa base parlamentaria impuso la mayoría que aún conserva.