El juicio contra una niñera acusada de asesinar hace cinco años a dos niños que cuidaba comenzó hoy en Nueva York, ciudad que quedó conmocionada con este caso, y colocó por primera vez frente a frente a la mujer con la madre de las víctimas.
Jocelyn Ortega, de 55 años, que será juzgada por doce miembros de un jurado en un caso que se espera se extienda durante cuatro meses, escuchó hoy en la Corte Suprema de Manhattan cómo Marina Krim le llamó “mentirosa” al entrar a la sala y verla, señala el New York Post.
Krim se disculpó con los abogados frente a los miembros del jurado y pidió que tuvieran paciencia con ella, para después relatar lo sucedido el 26 de octubre del 2012, cuando sus hijos Lucia y Leo Krim, de 6 y 2 años, respectivamente, fueron apuñalados.
La madre recordó que ese día su exniñera no llevó a Lucia a su clase de ballet, por lo que regresó con su otra hija, de 3 años, a su hogar, un exclusivo edificio de apartamentos del Upper West Side, donde todo estaba oscuro y tranquilo.
Explicó que vio luz bajo una puerta y que al llegar al cuarto de baño se encontró con los cuerpos de sus hijos ensangrentados en la bañera. Entre gritos, salió de su hogar en busca del portero del edificio.
Los niños fueron llevados a un hospital cercano pero murieron poco después, y la niñera, con heridas autoinfligidas, fue detenida y trasladada también a un centro sanitario.
Al despertar, varios días más tarde, de un coma inducido, Jocelyn Ortega presuntamente se quejó de su situación laboral en el hogar de Marina y Kevin Krim.
La madre de los niños testificó después de que la fiscal Courtney Groves y la abogada de Ortega, Valerie Van Leer-Greenberg, presentaran sus argumentos iniciales del caso.
Groves señaló al jurado que Ortega planificó meticulosamente asesinar a los niños, a los que alega que apuñaló y cortó el cuello, y dijo al jurado que la niñera quiso castigar a Marina Krim por su maternidad y tener el hogar que ella nunca tuvo.
De acuerdo con la fiscalía, Ortega no intentó suicidarse hasta asegurarse de haber visto la reacción de la mujer al descubrir los cuerpos de los niños.
Por su parte, Van Leer-Greenberg está basando su defensa en el estado de salud mental de tenía la acusada en el momento de la tragedia.
El año pasado, Ortega, que enfrenta la cadena perpetua, rechazó declararse culpable a cambio de 30 años de prisión.
A mediados de febrero, los Krim, que desde entonces han tenido otros dos hijos, colgaron un vídeo en Facebook destacando que la historia de Lulu, como llamaban a su hija, y de Leo, estaría nuevamente en los medios de comunicación y que el juicio sería “muy difícil” y “muy emocional” para ellos.