Viernes 2 de agosto. La carta recibido por los vecinos de La Ciénaga apercibidos de desalojo decía que era el día. Había llegado la fecha final para salir de sus casas. Sin embargo, URBE, la oficina encargada del traslado y de conducir esta parte del Plan de Nuevo Domingo Savio decidió reunir a los afectados en la escuela Virgen del Carmen de la calle respaldo Clarín del sector La Ciénaga. La petición la había hecho José Miguel González, director ejecutivo de URBE, interesado en escuchar directamente de los afectados las quejas que líderes comunitarios habían transmitido a los medios de comunicación.
Nuevo Domingo Savio es el segundo proyecto de gran envergadura dirigido al rescate de los ríos Ozama e Isabela y a proteger a las familias que viven en condiciones de vulnerabilidad extrema en sus orillas. El primero fue La Nueva Barquita y la creación (todavía inconclusa) del parque fluvial en los terrenos de La Barquita antigua.
Es importante entender la diferencia entre ambos planes. La Nueva Barquita se diseñó como un proyecto habitacional. Los desalojados se movieron de casa a casa en un nuevo entorno, a cierta distancia. Para Domingo Savio, el concepto de recuperación del entorno y la intervención escogida fueron otros. Se recuperaría el barrio. Se mejoraría abriendo vías más anchas, levantando escuelas y estancias infantiles, dotándole de un parque fluvial:
Y sí, un buen número de familias, especialmente las que viven en terrenos tomados al río serían desalojadas.
En Los Guandules, parte del mismo proyecto, ya fueron intervenidas 900 viviendas. Solo 14 familias quedan por trasladar. URBE se encarga de la mudanza incluso cuando la familia desalojada decide regresar al interior. Son varios casos los que se han dado, incluyendo uno a Elías Piña.
En Los Guandules la liberación del espacio permitirá construir dos escuelas y un liceo. En La Ciénaga el proyecto contempla además levantar dos estancias infantiles.
Mientras explicaba estos puntos, Millet Juan, el arquitecto de URBE encargado del proyecto, se dirigía a más de cien personas que con su carta de desalojo en la mano mostraban nerviosismo en el mulitusos de la escuela Virgen del Carmen. Y preocupación.
Sus casas fueron tasadas por Catastro y en sus manos tienen ya la copia del cheque por el monto acordado. Los que tomaron la palabra la tarde del pasado viernes habían recibido entre 240,000 y 640,000 pesos por sus viviendas. Firmaron y aceptaron, aunque no todos se muestran conformes.
