La lucha que libra la alcaldía del Distrito Nacional contra la acumulación de basura en los principales barrios de la capital, parece tener sus puntos más problemáticos en algunas zonas de negocios formales e informales que sin ningún control tiran los desperdicios en plena vía.
No importa la regularidad con que los camiones recolectores pasen por esos lugares el problema de los desperdicios sólidos se mantendrá, ya que son sitios con un gran movimiento comercial, de compra y venta de mercancías que produce una gran cantidad de desechos a cada momento.
En un recorrido por la avenida Duarte y la calle José Martí, fue notorio lo que ya no llama la atención de nadie y es que ambas vías amanecen con sus aceras y parte de sus calzadas llenas de basura con características muy especiales, es decir, no es la típica basura de una casa de familia, colmado o cafetería (restos de comidas o víveres).
La basura que por aquí abunda está compuesta por una gran cantidad fundas plásticas o plásticos, cajas de cartón, hielo seco o residuos de la parte interna de neveras. Al parecer botadas por los talleres, buhoneros o tiendas, después de sacar los productos a vender.
Todo indica que luego de acomodar las mercancías que será ofertada, las cajas o fundas que no se usarán son tiradas en la esquina más próxima al negocio, y todo aparenta que al verter los desperdicios son tirados sueltos ya que pueden verse regados en todos los contenes del lugar.
También se observan grandes cantidades de cáscaras de plátanos, piñas, caña, chinas, cocos etc., lo que indica que además de los buhoneros y tiendas, los vendedores ambulantes depositan su basura en el lugar que les quede más cómodo.
A todo lo largo de la avenida Duarte hay una serie de negocios que originan un indeterminada cantidad de basura o desperdicio muy singulares.
Talleres de reparación de estufa y lavadoras, de fabricación y reparación de colchones, a si como de construcción de vitrinas, crean unos desperdicios que deben tener un tratamiento especial.