BOGOTA, Colombia (AP) — Al menos 33 personas han sido detenidas y hay bloqueos viales en seis distintos puntos del país en el segundo día de una huelga nacional por tiempo indefinido de sectores agrarios a la que se sumaron otros gremios, en una de las mayores manifestaciones que haya enfrentado el gobierno de Juan Manuel Santos.
El paro comenzó la víspera por parte de productores de ocho cultivos, desde café, papas, cebollas hasta arroz y cuenta con el respaldo de camioneros de transporte de carga, trabajadores de la salud y movimientos sociales de izquierda. La protesta carece de un único reclamo convocante pero los distintos sectores han decidido confluir en una sola medida de fuerza pese a sus divergencias porque otras huelgas individuales llevaron a mesas de negociaciones con el gobierno cuyos acuerdos fueron incumplidos por la parte oficial. Los voceros gremiales demandan ahora una única mesa de discusiones.
Para el gobierno de Santos la manifestación tiene visos políticos en épocas preelectorales. El mandatario advirtió además que no discutirá ninguna demanda si se mantienen los bloqueos de vías.
El general Rodolfo Palomino, director de la policía nacional, dijo en conferencia de prensa que la víspera fueron despejadas 11 vías y en la jornada se mantienen seis bloqueos. Por lanzar piedras, artefactos explosivos artesanales y destruir señalización vial al menos 33 personas, entre ellas tres menores, fueron detenidas, indicó el jefe policial.
La policía calcula que unas 26.000 personas en 55 distintos municipios de los 1.120 que tiene el país participan de la medida de fuerza.
Para el martes, agregó el jefe policial, están previstas 20 marchas en distintos puntos del país, cinco de ellas en Bogotá.
A raíz de un paro cafetero entre febrero y marzo, el gobierno accedió a entregar un subsidio a cada cultivador del grano de 145.000 pesos (unos 80 dólares) por carga de café equivalente a 125 kilos, que es la unidad mínima de venta. Pero algunos cosechadores quieren ahora una garantía de que la asistencia financiera se mantendrá en 2014.
Otros gremios agrícolas como los paperos y cebolleros se quejan del alto precio de abonos y fertilizantes y las importaciones originadas en tratados de libre comercio.
Los transportistas, que reúnen unos 326.000 vehículos de carga en todo el país, reclaman por el alto costo del combustible y piden que el gobierno, que fija los precios y que difieren entre los 32 departamentos del país, reduzca en al menos 2.000 pesos (cerca de un dólar) el precio por galón.
Ricardo Virviescas, presidente de la Cámara Nacional de Transporte, dijo vía telefónica que al menos 180.000 de sus afiliados acataron el paro y estacionaron sus vehículos a la vera de las carreteras.
“Seguimos firmes con la petición tanto del sector agrario como de los sectores productivos que están en la movilización… le estamos pidiendo al gobierno que nos garanticen como nacionales competitividad, eficiencia y productividad”, dijo Virviescas.
Analistas consultados por The Associated Press indicaron que el paro agrícola se debe a años de problemas acumulados sobre financiamiento, mercados y vías de comunicación, entre otros.
En el paro y las protestas “hay de todo: oportunistas, mal manejo del gobierno, expectativa por el proceso de paz, el proceso electoral” vía los comicios presidenciales de mayo de 2014, dijo Ariel Avila, analista de la no gubernamental Fundación Paz y Reconciliación dedicada al análisis del conflicto interno.
“Creo que en las regiones sienten que la guerra va a quedar atrás en muy poco tiempo y que ahora (corresponde) es manifestar”, añadió Avila al referirse a que por décadas el país, por estar sumergido en el conflicto armado interno, dejó de atender otros temas. Aunque aún no se firme la paz “hay un proceso de cambios sociales, se comienzan a ver otros problemas” como los de los productores del campo, añadió.
Pero para el senador Jorge Enrique Robledo del izquierdista partido Polo Democrático Alternativo, que apoya el paro, las manifestaciones no tienen relación con el proceso de paz sino con que “están explotando cosas que vienen de mucho tiempo atrás, hay un disgusto acumulado y van tres años de esa misma política” de apertura comercial con la vigencia de tratados de libre comercio con Estados Unidos y la Unión Europea.
“Lo que hay es una protesta agraria”, añadió el legislador, quien negó que el paro esté relacionado con sectores de la derecha que buscan debilitar al gobierno antes de las elecciones, como han señalado voceros oficiales.
La protesta, dijo el congresista, es una de las más amplias desde comienzos de la década pasada cuando centrales obreras llamaron a un paro por mejoras salariales. Las oficinas públicas, el sector bancario, las escuelas estatales y el transporte aeronáutico y automotor mantienen sus operaciones.
Santos, quien lleva desde fines de 2012 negociaciones de paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, tiene plazo hasta noviembre para decir si buscará un segundo periodo de gobierno.