Cuando se afinen y concreten los pactos que conformarían el “Gobierno de Unidad Nacional”, el Partido de la Liberación Dominicana estará al frente de la más amplia y estructurada maquinaria electoral que ha conocido la historia nacional para un proceso electivo.
Y refuerza esa idea la cantidad de recursos económicos, aportados por el Estado, que manejaría esa coalición de agrupaciones políticas.
La Ley Electoral (275-97) que rige el sistema dominicano establece la aportación del medio por ciento de los ingresos nacionales a los partidos políticos durante los años de elecciones generales, y un cuarto por ciento en los doce meses en los que no haya comicios.
La repartición de los fondos públicos, instituida en la misma ley, hace una diferencia entre los partidos que en la elección más reciente obtuvieron más del 5% de los votos válidos emitidos, que reciben el 80% de la tajada presupuestaria asignada, y las organizaciones que queden por debajo de ese dígito en la recepción de sufragios, a las que se les dará el restante 20 por ciento.
República Dominicana sólo ha tenido tres organizaciones políticas, desde que fuera aprobada la ley, que han superado la barrera del 5% de los votos emitidos. El restante universo de partidos, 22 reconocidas por la Junta Central Electoral (JCE), es considerado como agrupaciones minoritarias y deben funcionar logísticamente con menos recursos.
Seamos conservadores y sumemos los recursos económicos que esas organizaciones políticas recibieron para la contienda electoral de 2012, cuando los dominicanos eligieron al Presidente y a la Vicepresidenta de la nación. Y comparemos con los recursos que, al otro extremo, recibirían quienes les enfrentarían en las elecciones pautadas para el siguiente año.
Las tres organizaciones mayoritarias: PLD, PRD, PRSC, recibieron aportes del Estado para sus actividades por valor de RD$374,189,333.33, cada una en 2012, el año donde los dominicanos eligieron a su Presidente y Vicepresidenta de la República.
La coalición que intenta conformar el PLD, en conversaciones con el PRD para un acuerdo a todos los niveles, pondría a favor de ese proyecto político RD$748,378,666. Sirve no descartar a los Reformistas, que aunque tiene candidatos propios (igual que el PRD) y aún no ha comenzado proceso de conversaciones, se sabe del interés del PLD para que se unan su propuesta de “Gobierno de Unidad Nacional”.
Los Reformistas ya han ido aliados al PLD, formalmente, en las elecciones de 2010 y de 2012, y en 1996 les dieron su primera victoria para la presidencia del país, luego que quedaran descartados para una segunda ronda electoral.
La oferta directamente contraria a la organización gobernante luce ser La Convergencia por un Mejor País, integrada por los partidos Frente Amplio, Humanista Dominicano (PHD) y Revolucionario Moderno (PRM).
La Alianza Social Dominicana (ASD), hoy PRM, recibió en 2012 unos RD$8,587,408.51 y el PHD tuvo asignación de RD$12,346,074.65. El Frente Amplio recibió para esa fecha alrededor RD$12,000,000.
Los fondos que todas las agrupaciones políticas reciban para las elecciones de 2016 será superiores a las partidas antes mencionadas porque, como lo establece la Ley Electoral, dependen las cifras del apartado de ingresos con que cuente el Presupuesto General del Estado para 2016.
