SANTIAGO. La vacuna BCG (Bacilo Calmette Guerin) conocida como la de inmunización contra la tuberculosis que protege a los recién nacidos contra las enfermedades pulmonares, no está apareciendo desde hace cinco meses, lo que ha elevado la queja de padres en esta ciudad, mientras que médicos de la maternidad en la provincia Valverde dijeron que sólo queda la dosis de hoy.
El presidente del Colegio Dominicano (CMD) aquí, doctor Luis Farington Reyes, reveló hoy que desde hace cinco meses la vacuna no aparece. Ayer también hubo quejas de algunos padres en Puerto Plata.
Criticó que desde el sector salud se improvise en políticas públicas, tras precisar que la inoculación de los bebés debe ser al momento de nacer. Ayer una fuente de una de las principales clínicas de esta ciudad confirmaba que allí no tenían la vacuna BCG.
“Nosotros tenemos aproximadamente cinco meses que no tenemos esa vacuna y si usted va a otra región del país, donde nos ha tocado investigar, no hay”, señaló el doctor Reyes.
Apuntó, que desde el Ministerio de Salud Pública cada cierto tiempo deben realizar pedidos de las dosis.
“Parece que ese pedido no se hizo a tiempo y en Santiago no hay”, apuntó el presidente del Colegio Médico en esta ciudad.
El doctor Farington Reyes advirtió que de no recibir la dosis de la vacuna BCG, los recién nacidos podrían incubar la infección llamada tuberculosis por no tener la protección adecuada en el momento en que establecen los esquemas de vacunación cuando deben ser aplicadas.
Mientras, que hace dos semanas el Colegio Médico Dominicano (CMD) en la provincia Valverde llamaba la atención de que no había ese tipo de vacunas allí y esta mañana el doctor Juan Esterlin Minier, presidente del gremio, confirmó que en la maternidad José Francisco Peña Gómez solo tenía en existencia la dosis para el día de hoy.
Desde el pasado miércoles, los gobiernos de todo el mundo, incluyendo República Dominicana, se reunieron en la sede de Naciones Unidas durante la 73va. sesión de la Asamblea General de la ONU para discutir el azote persistente de la tuberculosis, que el año pasado se cobró más vidas que cualquier otra enfermedad contagiosa.