La puesta en servicio de unas 600 camas totalmente equipadas, más de una veintena de quirófanos, la más grande instalación de cuidados intensivos y de emergencias del país, son algunas de las bondades que tendrá la denominada Ciudad Sanitaria, un megacomplejo que vendrá a paliar significativamente la demanda de servicios e instalaciones para asistir enfermos, principalmente en áreas materno-infantil, de imágenes y urgencias.
El complejo hospitalario está compuesto por 12 edificaciones en un área de construcción de 152 mil metros cuadrados, ubicado en el polígono central de la ciudad, donde por décadas operó el antiguo hospital Luis Eduardo Aybar (Morgan).
En la Ciudad Sanitaria se dispondrá de 500 camas para internamientos, 90 camas para pacientes de emergencias, tres quirófanos de emergencias, 90 camas de cuidados intensivos, tres bancos de sangre, cuatro laboratorios clínicos, un laboratorio de inmunohistoquímica y una unidad de quemados, con 20 camas.
Además será el primer centro sanitario que hospedará la primera gran unidad para personas con accidentes cerebrovasculares y un centro de oftalmología con quirófanos para realizar intervenciones quirúrgicas en esa área de la salud.
El área de emergencias será la más grande, completa y equipada del país, con capacidad de asistir al mismo tiempo a decenas de personas, contando en el mismo lugar con quirófanos y salas de cuidados intensivos, a fin de poder ofrecer una atención personal rápida y de alta eficiencia, lo que garantiza un muy alto porcentaje de salvar más vidas de personas que lleguen al lugar en situaciones de vida o muerte.
La unidad de imágenes estará dotada de los equipos y sistemas de la más avanzada tecnología, lo que permitirá realizar todo tipo de estudios con la más alta eficiencia, rapidez y precisión que se ofrecerá en el país, lo que lo convertirá en un centro de referencia para todo el sistema médico nacional.
Proyecto difícil
El ingeniero Sixto Hoepelman, gerente de construcción de Lexco, explicó que el megaproyecto, que se ejecuta bajo la responsabilidad de la empresa Consmara-Semins, en principio inició sus operaciones proyectadas a unos 126,000 metros cuadrados de construcción, los que fueron aumentando en un esfuerzo por aprovechar espacios, tecnología y la configuración de mayor posibilidad de servicios a la población que acuda al complejo sanitario, lo que provocó incrementos económicos y de tiempo.
Avances del proyecto
Indica que la edificación más difícil de realizar en cualquier parte de mundo es un hospital, y que en términos generales el proyecto tiene cuatro hospitales, por lo que se trata de un proyecto ambicioso, difícil, de tiempo y costoso, pero que han acometido la tarea con excelentes resultados.
Explica que salvando muchos obstáculos, típicos de una infraestructura de esa magnitud, el complejo se encuentra hoy en más de un 80 por ciento, con la generalidad de la infraestructura concluidas y en fase de terminaciones y equipamientos, los puntos más difíciles debido a las exigencias de los protocolos internacionales de la Oficina Panamericana de la Salud, OPS, y la Organización Mundial de la Salud, OMS, para los hospitales “las cuales se están cumpliendo al pie de la letra, incluyendo los equipos de última generación y de alta calidad que llevan todas las unidades hospitalarias”, citó el ingeniero Hoepelman.
Complejo de hospitales
El complejo sanitario estará compuesto por tres grandes hospitales, que se subdividen en un total de 12 edificaciones.
Los hospitales centrales son: el hospital materno-infantil y de consultas, que operará en siete niveles; el de imágenes médicas, compuesto de cinco niveles, y el hospital clínico-quirúrgico, estructurado en otro edificio de seis pisos. Como edificios complementarios se encuentran el hospital de gastroenterología, patología forense y morgue; una planta de tratamiento de desechos biológicos que será la más moderna de toda la región, que funcionará con ondas de sonido para pulverizar los desperdicios y convertirlos en inertes, así como de un plantel de seguridad desde donde será monitoreado todo el complejo por cámaras, las 24 horas.
Bancos de sangre
Asimismo se levanta un edificio de núcleos de circulación vertical, tres bancos de sangre, cinco laboratorios clínicos equipados con la más sofisticada alta tecnología, un parqueo soterrado con capacidad para 800 estacionamientos y la primera unidad para personas con accidentes cardiovasculares. Desde el lobby de cualquiera de los edificios se tendrá accesos a los demás edificios del complejo y al área soterrada de parqueos.
El ingeniero Hoepelman explicó que cuando se tomó la decisión de construir un complejo sanitario, partiendo de donde antes había un viejo hospital al que se le habían ido añadiendo partes debido a la demanda de servicios, fue necesario realizar profundos estudios de impacto en el terreno, toda vez que la zona de María Auxiliadora está compuesta en gran parte por caliche y que hay vetas de agua a profundidad “lo que retrasó sensiblemente el inicio en concreto de los trabajos de construcción de los edificios, el soterrado para estacionamientos y el impacto que esta megaconstrucción tendría en el entorno densamente poblado”.
Explicó que un proyecto de esta magnitud tiene un tiempo promedio de ejecución de entre ocho y diez años, dependiendo el país en que se ejecute.
El entorno
El entorno del megacomplejo sanitario, que ocupa un gran bloque de terreno enclavado en el corazón de la zona más populosa de la capital dominicana, cambiará significativamente a partir de la puesta en servicios de la Ciudad Sanitaria, lo cual ha sido tomado muy en cuenta por los constructores, y en la visión del gobierno por mejorar la calidad de vida, los residentes en esa franja de la ciudad y de la gente de todo el país que acudirá a esos hospitales en busca de mejorar su salud.
Es de ahí que como majestuoso e imponente definiera Gil Manuel Ramírez, propietario de un taller de pintura automotriz en el sector, la construcción de la Ciudad Sanitaria, de la cual expresó que los vecinos entienden que las obras de infraestructuras siempre afectan y trastornan la zona donde se realizan, pero que esos estragos “son llevaderos si lo que se construye representa el avance y desarrollo en el lugar y las garantías de que en el futuro cercano tendremos a la mano los más altos servicios médicos que tanto necesitamos los más pobres, principalmente”.
De igual manera opina Pascual de León, un residente de más de 40 años en el sector, quien espera que los principales beneficiados con esa obra sean los pobres y que una vez terminada la obra se busque un patronato para que lo administre, citando como ejemplo Plaza de la Salud.