Reconocidos actores, nominados en tres ocasiones al Óscar, padres, de 53 años y en recuperación de unos complicados divorcios… Son los nuevos solteros de oro de Hollywood, dos atractivos tipos con mucho gancho entre el público femenino.
Tanto Brad Pitt como Johnny Depp inician una nueva vida tras sus separaciones.
La resolución de sus matrimonios ha sido dolorosa y les ha obligado a ocultarse y volcarse en su profesión para olvidar lo sucedido. El año 2016 no ha sido el mejor para ninguno de los dos, protagonistas de los divorcios más sonados de la última década y ante los que han actuado con gran discreción.
“Ambas partes y sus abogados han firmado acuerdos para preservar los derechos de privacidad de sus hijos y de la familia al mantener confidenciales todos los documentos judiciales”, señalaban en un comunicado firmado por Angelina Jolie y Brad Pitt difundido el pasado 10 de enero.
“Un juez tomará las decisiones legales necesarias y facilitará resoluciones rápidas en los asuntos que haya pendientes. Los padres están comprometidos a actuar de forma unida para llevar a cabo las tareas de recuperación y reunificación (familiar)”, añadía el escrito acordado por la pareja con el objetivo de proteger la intimidad de sus seis hijos.
Pitt y Jolie convivieron una década juntos y dos años de casados, hasta que la actriz pidió el divorcio el pasado 19 de septiembre y la custodia legal de los seis hijos de ambos: tres adoptados y tres biológicos.
El acuerdo de divorcio entre ambos contempla que los hijos permanezcan junto a la madre mientras que Pitt conserva los derechos de visita, y se cierra sin que el Departamento de Infancia y Servicio Familiares del condado de Los Ángeles y el Buró Federal de Investigaciones (FBI, en inglés) presentaran cargos en contra del actor por presuntos abusos a su hijo Maddox, de 15 años.
Los términos económicos no se conocen pero no parece que el actor tenga problemas en este sentido, después de ganar 31,5 millones de dólares entre septiembre de 2015 y 2016, según la revista especializada Forbes.
Bajo esta situación, Pitt (Shawnee, Oklahoma, 18 de diciembre de 1963) intenta lavar su imagen y ha medido mucho sus escasas apariciones públicas.
Mucho de lo que le ha sucedido a Brad Pitt en los últimos meses encaja con lo vivido por Johnny Depp en este mismo tramo de tiempo. Curiosamente, las numerosas similitudes en la vida personal de estos dos atractivos actores, nacidos en 1963, no se han dado en el plano profesional.
Ambos cuentan con tres nominaciones al Óscar, un premio que se les resiste, pero de Pitt y Depp apenas hay coincidencias en las carteleras cinematográficas, y que se recuerde sólo actuaron juntos en la serie “21 Jump Street”, allá por los años ochenta.
Ahora, Depp intenta olvidar su turbulento divorcio con la actriz Amber Heard, a quien tendrá que pagar 6,5 millones de dólares, según han publicado varios medios estadounidenses, cerca de un 15 por ciento de lo que ganó el actor en 2016, según Forbes que estima sus ingresos en ese periodo en 48 millones de dólares. A pesar de su buena remuneración, parece que Depp lleva una vida de derroche que le ha llevado a la ruina.
Como ocurre con Pitt, las apariciones de Depp son escasas. Tampoco extraña porque el actor de Kentucky es reacio a las entrevistas.
A nivel profesional, Depp espera dos sonados estrenos en los que ha trabajado en los últimos meses: “Pirates of the Caribbean: Dead Men Tell No Tales”, que estará en pantalla el próximo mayo; y “Murder on the Orient Express”.
Tanto Depp como Pitt se han volcado en el trabajo para superar sus sonados divorcios, dos nuevos solteros con mucho gancho en el público femenino.