Una fuga, siete menores de edad a la huida. Otro murió en el intento de escape. Un motín. Un reo envenenado tras ingerir un jugo en la prisión. Otro interno graba un mensaje con su celular para denunciar que estaba preso por una confusión.
Un grupo de reclusos reunidos en una celda, viendo un programa de televisión: uno de ellos amenaza con matar a una periodista si su jefe, ligado al narcotráfico, es condenado en el juicio que se le sigue.
Nada de lo anterior es ficción. Es tan real como que ha ocurrido en los últimos 10 días en las cárceles del país.
Diez días han bastado para exponer estos cinco casos, que retratan todos y cada uno de los problemas del sistema carcelario tradicional en República Dominicana.
Fuga de siete menores
El pasado 31 de marzo, Sábado Santo, siete adolescentes se fugaron del Centro Integral para Adolescentes en Conflicto con la Ley Penal, conocido comúnmente como Ciudad del Niño, en el sector de Caballona, en Santo Domingo Oeste.
Los menores de edad, quienes serían trasladados a otro centro de reclusión al llegar a la adultez, fueron sancionados por crímenes como asesinato, robo agravado y delitos relacionados a drogas y sustancias ilícitas.
Uno de los jóvenes, identificado como Edwin Hernández, de 17 años, resultó muerto por las autoridades la noche de ese sábado. Estaba recluido por robo.
Días después fueron entregados a la justicia, a través de diferentes instituciones, cuatro de los seis menores.
Hasta ahora no se han dado a conocer informaciones sobre el paradero de los dos restantes.
Motín en prisión de El Seibo
El jueves 5 de abril un motín provocó que fuera destituido el alcaide de la cárcel pública de El Seibo, Guillermo Concepción.
Los internos se quejaron de la falta de autoridad y de las irregularidades del penal, además de que, según ellos, no se les daba seguimiento a las cartas de buena conducta, ni a las órdenes de libertad y visitas médicas.
Dentro del penal, los presos pedían que fuera expulsado Concepción porque presuntamente realizaba actos de corrupción mientras dirigía la cárcel.
Tras el conflicto, el director General de Prisiones, Tomás Holguín de la Paz, designó en su lugar a Paula Cedeño.
Envenenamiento de reo en cárcel de Monte Cristi
Este lunes 9 de abril un reo de la cárcel pública de la Fortaleza San Fernando, en Monte Cristi, fue envenenado con un jugo entregado por desconocidos.
El joven identificado como Jorge Luis Gómez Morrobel, de 21 años, fue llevado al Hospital José María Cabral y Báez, de Santiago, en estado de gravedad, donde se diagnosticó la intoxicación.
Hasta ahora se desconocen los motivos del hecho. Morrobel es acusado de tentativa de homicidio en contra de una persona no identificada.
Reo amenaza a periodista
El pasado lunes 2 de abril la periodista Alicia Ortega denunció en una de sus emisiones del programa “El Informe”, de Noticias SIN, que fue amenazada de muerte por un reo que vio un reportaje en el que hizo mención a Matías Avelino Castro, acusado de ser el autor intelectual del asesinato del comunicador José Silvestre en 2011.
“Si lo condenan, Alicia va a saber quiénes somos; le vamos a dar”, fue una de las frases que utilizó un interno al referirse a la periodista.
Debido a las amenazas, la periodista recibió el apoyo del Procurador General de la República, Jean Alain Rodríguez, del Congreso Nacional y de otras instituciones.
Por el caso de Silvestre están cumpliendo prisión Ángel Amed Mañón Gutiérrez y Elvin Canario de Oleo, como autores materiales de la muerte, y como autor intelectual Avelino Castro, quien fue extraditado desde Colombia.
DENUNCIAS CON CELULARES DESDE LA VICTORIA
Andrés Trinidad Mejía, un reo de la Penitenciaria Nacional La Victoria, denunció desde el penal que ha estado cumpliendo una medida de coerción por error durante diez meses. Según alega, fue identificado como un delincuente que era buscado por las autoridades. El video publicado el martes 3 de abril, de unos 10 minutos, fue grabado por uno de los compañeros de Mejía en el penal, lo que reitera la ineficacia de las autoridades en prohibir el uso ilegal de aparatos electrónicos, principalmente de celulares, en los centros carcelarios dominicanos.