SANTO DOMINGO. Cinco asesinatos ocurridos recientemente, se han convertido en un desafío para los investigadores, que hasta el momento no han podido resolverlos, mientras la sociedad y las familias de las víctimas, esperan que los asesinos de sus parientes sean apresados y sometidos a la justicia.
Los más recientes son el del colaborador del Supermercado Nacional, Freddy Boció Novas, de 25 años, muerto a balazos en el parqueo de esa entidad, y cuyos responsables, al parecer, se han esfumado.
Vale recordar que Boció Novas era pariente de Robert Boció Novas, el chofer que en marzo del 2013 mató a tres hermanos durante las celebraciones de la victoria de República Dominicana en el Clásico Mundial de Béisbol. El hecho ocurrió en la avenida Jiménez Moya en el ensanche La Paz.
Hasta el momento, el asesinato de Freddy Boció está en el “limbo”, aunque los investigadores alegan que las pesquisas están muy avanzadas.
De igual manera, tres choferes fueron asesinados recientemente por personas hasta el momento desconocidas, y sólo se ha dicho que estos casos de violencia están ligados a pleitos por el control de rutas de carro entre la Federación Nacional de Transporte la Nueva Opción, que dirige el empresario Juan Hubieres, y la Unión Nacional de Transportistas Unificados, (UNATRAFIN), del sindicalista Arsenio Quevedo. Justamente ayer, el jefe de la Policía alegó que ninguno de los sindicatos se ha querellado, para que la Policía pueda actuar en consecuencia.
Otro crimen, pero este es más viejo, es el del también sindicalista Antonio Pérez, muerto a palos el 23 de julio del año pasado, y cuyas indagatorias, al parecer, están congeladas.
Otro expediente muy sonado fue el homicidio de un joven limpiavidrios en la avenida Sarasota, y cuyo asesino, al parecer huyó a Colombia.
Jonathan Onel Báez Guzmán mató de un balazo a un joven sólo conocido como Miguel. La Policía no tiene ni pistas del victimario y las “investigaciones, también avanzan”.