Desde el paso del huracán María por Puerto Rico el desempleo y el cierre de comercios han sido una constante con 15.000 solicitudes de ayuda de personas sin trabajo, el cierre de miles de negocios y una emigración que situaría a la población en 2019 por debajo de los 3 millones de habitantes.
El secretario del Departamento del Trabajo y Recursos Humanos (DTRH) de Puerto Rico, Carlos Saavedra, catalogó ayer en entrevista con Efe de “catástrofe sin precedente” los efectos provocados por el huracán en el sector laboral.
Recordó que tras el paso de María miles de ciudadanos llegados de todas partes de la isla acudían cada día a las oficinas de la DTRH en San Juan para solicitar ayuda por desempleo.
El funcionario matizó que normalmente solo entre 1.000 y 2.000 personas solicitaban ayuda mensualmente por desempleo.
Saavedra indicó que la mayoría de las personas que han solicitado la ayuda provienen del sector turístico, ya que muchos hoteles quedaron destruidos al estar situados junto al mar, mientras que otros establecimientos no podían operar por la falta de servicio de electricidad y agua.
Aproximadamente 80.000 empleos están en Puerto Rico ligados a la actividad turística.
Según datos aportados por la Compañía de Turismo de Puerto Rico, el 72 % (108) de los 149 establecimientos hoteleros reconocidos por la agencia estatal operan actualmente.
Las ayudas ofrecidas para los desempleados del sector turístico alcanzan los 110 dólares semanales, dependiendo del salario que cobraban.
“El desempleo es una ayuda para una transición mientras la persona consigue un nuevo trabajo, pero no sustituye tu ganancia anterior”, enfatizó Saavedra.
Según el funcionario, el paso del huracán María llegó en un momento inesperado para el gobierno local, ya que en enero pasado la tasa de desempleo se situó en el 12,2 %, porcentaje que pasó en julio al 9,8 %, una de las cifras más bajas en los pasados años.