Anticipando las discusiones sobre Siria en las Naciones Unidas, una conferencia de naciones del Asia central rechazó el jueves toda intervención militar extranjera para poner fin a la violencia en aquel país y reclamó una resolución interna.
Se considera que China y Rusia, participantes en la reunión cumbre, protegen el régimen del presidente sirio Bashar Assad, al que se atribuye una brutal represión a un levantamiento popular de 15 meses.
Una declaración conjunta de la Organización de Cooperación de Shangai, de seis naciones, dijo que “todo comportamiento violento en Siria debe cesar” y agregó que el grupo apoya un amplio diálogo nacional que respete la soberanía e independencia de Siria. Agregó que los miembros de la organización se oponen a la intromisión militar, las sanciones unilaterales y la “transferencia forzosa del poder”.
Pese a la condena internacional a sus acciones, el gobierno sirio ha sobrevivido con una combinación de represión brutal y el respaldo político de Moscú. Junto con China, Rusia ha bloqueado dos veces las condenas de la ONU y las acciones punitivas contra el régimen.
El grupo, que incluye Uzbekistán, Kirguistán, Kazajistán y Tayikistán, emitió su declaración el jueves en momentos en que el enviado internacional Kofi Annan se aprestaba a proponer la formación de un grupo de potencias mundiales y protagonistas regionales, incluso Irán, para elaborar una estrategia que ponga fin al conflicto, dijeron diplomáticos de la ONU.