China adelanta a EE. UU. y es ya en 2014 la primera potencia económica mundial, según se desprende de los últimos datos del Fondo Monetario Internacional (FMI).
Un hito que llega cinco años antes de lo esperado, pues hasta ahora los pronósticos del FMI habían atrasado este cambio histórico hasta 2019.
El PIB chino en 2013 alcanzaba los 16,15 billones de dólares y el de EE. UU., que ha sido la primera potencia del planeta desde que superó a Reino Unido en 1872, superaba esa cota para escalar hasta los 16,77 millones de dólares.
Un año después, el escenario cambia: China suma 17,632 billones y EE. UU., 17,416 billones, en un nuevo orden mundial que se mantendrá al menos durante el próximo lustro, según el FMI.
La diferencia entre China y EE. UU. se irá ampliando a favor de la primera hasta 2019, el último año para el que el Fondo elabora previsiones. En ese ejercicio, el PIB chino será de 26,9 billones de dólares y el de EE. UU., de 22,1 billones.
Es el resultado de las sólidas tasas de crecimiento del tigre asiático, que llegarán al 7,4% este año y al 7,1% en 2015. Más a largo plazo, China, que se enfrenta al reto de lograr un “suave aterrizaje” en una transición hacia una economía más sostenible y dependiente de la demanda interna, crecerá un 6,8% en 2016, un 6,6% un año más tarde, un 6,4% en 2018 y un 6,3% en 2019.
Mientras, EE. UU., que carga con el peso de los desequilibrios presupuestarios y con un lento avance del mercado laboral, se acelerará un 2,2% en 2014 y un 3,1% en 2015. Ya en 2016, la tasa será del 3%, para pasar al 2,9% en 2017 y al 2,7% en 2018.