CHICAGO. El alcalde Rahm Emanuel ha llevado su lucha contra las políticas de inmigración del presidente Donald Trump hasta los tribunales, y Chicago se convirtió el lunes en una de las primeras urbes que demandan al gobierno federal por lo que muchas ciudades considerar pretensiones ilegales de retener subvenciones a las llamadas ciudades santuario.
La demanda de 46 páginas fue presentada en la Corte Federal de Distrito en Chicago un día después de que Emanuel la anunció, con la advertencia de que la ciudad no sería “chantajeada” para que cambie sus valores como una urbe hospitalaria con los inmigrantes.
Es un nuevo episodio de la batalla que libran varias ciudades estadounidenses contra el gobierno de Trump. Las urbes han optado por restringir su cooperación con las autoridades de inmigración, mientras que funcionarios federales amenazaron con retenerles recursos relacionados con la seguridad pública si no acatan las disposiciones.
Ahora que la demanda ya fue entablada, el siguiente paso podría ser pedir a un juez que congele la política mientras se procesa el caso civil, dijo Edward Siskel, jefe del departamento legal del ayuntamiento. Esa solicitud de un interdicto preliminar podría presentarse en cuestión de días.
Chicago ha recibido las subvenciones que son materia de la demanda desde 2005. La ciudad canalizó 33 millones de dólares de las subvenciones a la compra de casi 1.000 vehículos policiales en ese periodo de 12 años. El año pasado recibió 2,3 millones de dólares. Además de vehículos, los recursos también se canalizaron a la adquisición de radios y equipo para el grupo de élite SWAT.