Santiago. La conmemoración del Día Internacional de la No Violencia contra la Mujer permitió a decenas de víctimas desahogarse, algunas lastradas por la pérdida de extremidades, o de familias que mediante fotografía con los rostros de sus parientes reclamaban parar los feminicidios.El parque Duarte, frente a la gobernación provincial, fue el espacio tomado por los integrantes del Movimiento Vida sin Violencia, que agrupa a varias organizaciones feministas, para además recordar el 57 aniversario de la muerte de las hermanas Minerva, Patria y María Teresa Mirabal, y su chofer Rufino de la Cruz. Los cuatro fueron asesinados por esbirros del tirano Rafael Leónidas Trujillo el 25 de noviembre de 1960, en la carretera La Cumbre.
En la verja fueron colocadas imágenes como la de Carla Masiel, Emely Peguero o de otras adolescentes asesinadas, mientras una dama vestida de blanco simulaba en el piso que era una más de las caídas, víctima de sus pareja sentimental.
El documento leído por una de las integrantes del grupo Mujeres Empoderadas establece que a la fecha se han registrado 170 feminicidios y homicidios de mujeres.
Para enfrentar el flagelo social, llamaron a cambiar la cultura de la discriminación.
De esa cantidad, 17 ocurrieron en la provincia de Santiago. Además se recibieron a nivel nacional 48,045 denuncias, entre ellas 37,698 por violencia intrafamiliar y 4,347 por delitos sexuales.
Yuri Padilla perdió en el 2013 la mano izquierda y otras extremidades tras ser agredida por su entonces pareja sentimental Daniel Cruz, en la comunidad Palmar Grande, perteneciente al municipio de Altamira, en Puerto Plata.
Hasta la fecha, Yuri no ha podido encontrar justicia . “Yo tengo heridas de cuchillo en varios lugares de mi cuerpo, marcas de mordidas de mi expareja al que dejé”, apunta Yohanny Domínguez. La dama solo espera que las autoridades rectifiquen en su política de enfrentar la violencia machista.