El portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, enfatizó en declaraciones a las cadenas CNN y MSNBC que las medidas que se sometieron a votación este lunes en el Senado contaban con “un fuerte apoyo bipartidista”.
Los senadores republicanos “continúan protegiendo un vacío legal que permite a personas sospechosas de terrorismo comprar un arma de fuego (…) Eso no tiene ningún sentido”, denunció el portavoz de Obama.
Una semana después de la masacre en un club nocturno de Orlando (Florida), que dejó un saldo de 50 fallecidos (incluido el autor de los disparos) en el tiroteo más mortífero de la historia de EE.UU., el Senado rechazó cuatro propuestas legislativas para aumentar el control de las armas de fuego en el país.
Ninguna de las cuatro medidas propuestas (dos por los republicanos y dos por los demócratas) logró el mínimo necesario de 60 votos para salir adelante, ya que los senadores votaron en clave marcadamente partidista, con la oposición de los progresistas a las iniciativas de los conservadores y viceversa.
Dos de las medidas que se votaron (una demócrata y otra republicana) eran bastante similares en cuanto a su objetivo, el de impedir que personas investigadas por terrorismo puedan comprar armas.
La tercera propuesta, presentada por los republicanos, hubiese dificultado que los historiales de las personas con enfermedades mentales pudiesen ser añadidos a bases de datos de potenciales compradores de armas.
Y la última propuesta, presentada por los demócratas, buscaba requerir a todos los compradores de armas del país pasar antes una comprobación de sus antecedentes, algo que hoy en día no sucede en todos los estados.
Earnest destacó hoy que, en las 24 horas posteriores a la matanza de Orlando, hubo otros 42 incidentes con armas de fuego en todo el país.
Esos incidentes “ocurren todos los días, en comunidades de todo el país”, insistió el portavoz.
Al igual que ahora, tras la muerte de 20 niños en 2012 en el tiroteo en la escuela Sandy Hook de Newtown (Connecticut), el Gobierno de Obama también urgió al Congreso a sacar adelante medidas para el control de las armas de fuego.
Entonces, en 2013, los congresistas ni siquiera aprobaron la propuesta que generaba más consenso y que buscaba implantar un sistema universal de verificación de antecedentes de los compradores.
Según una encuesta de la cadena CNN divulgada este lunes, un 92 % de los estadounidenses apoya que todo aquel que quiera comprar un arma de fuego se someta antes a un control de antecedentes.
Mientras, un 85 % de los encuestados está a favor de prohibir la compra de armas a las personas incluidas en la lista de sospechosos de terrorismo que elabora el Gobierno.